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En el coloquio "Golpe 1973-2013: Historia, Cultura y Política"
El académico participó en un encuentro académico que puso la mirada en el Golpe de Estado y sus consecuencias, en especial al desempeño de los gobiernos de una transición que no duda en calificar de "post-dictadura". El Premio Nacional de Periodismo 2003, quien acaba de publicar "La Democracia Traicionada", también criticó la actuación de los medios en los años de la Unidad Popular.
Una severa crítica al desempeño de los gobiernos concertacionistas, fundamentalmente en su relación con los medios que mostraron una férrea oposición a la dictadura pinochetista, deslizó el Premio Nacional de Periodismo 2003, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) y director de la Radio Universidad de Chile, Juan Pablo Cárdenas, en el marco de un coloquio académico realizado en el Teatro Antonio Varas tendiente a reflexionar sobre los 40 años del Golpe de Estado.
En una mesa integrada además por los periodistas Mónica González y Nibaldo Mosciatti, el profesor Cárdenas deploró el rol de los gobiernos de la nueva coalición gobernante por cuanto idearon el "exterminio" -por medio del bloqueo económico- de los medios que coadyuvaron en la recuperación de la democracia, como la revista "Análisis" que él mismo dirigió.
"En el caso de revista Análisis hubo una operación irregular para quedarse con la revista y clausurarla. Estos medios no recibieron respaldo ni apoyo. Incluso le negaron los recursos de la publicidad, platas que fueron a parar a los medios adictos a la dictadura y que hoy constituyen el duopolio de la prensa escrita", aseveró el académico del ICEI, quien destacó el desinterés de los gobiernos de la Concertación de impulsar políticas públicas que fomentaran la diversidad informativa, lo que contrasta con su indolencia mostrada ante la creciente concentración en la propiedad de los medios radiales y televisivos. El profesor Cárdenas incluso relató cómo La Moneda impidió la donación de recursos por parte del gobierno de los Países Bajos, por considerar tal ofrecimiento como una intromisión en cuestiones internas.
A juicio de Juan Pablo Cárdenas, la explicación para tan extraño comportamiento obedeció al acuerdo asumido por los más altos personeros concertacionistas con el régimen saliente en aras de la "gobernabilidad" y el "crecimiento económico", también por el deseo aspiracional de ser aceptados por la élite económica y social de Chile.
"Fueron implacables con los medios que no eran partícipes del acuerdo cívico-militar, los mismos medios que reclamaban justicia, modificaciones a las políticas económicas, a los que estaban en contra de mantener impunes las expoliaciones de la dictadura". Por estas razones, Juan Pablo Cárdenas se declaró partidario de calificar a este periodo de "post-dictadura", en ningún caso de democracia.
Asimismo dijo que la falta de variedad informativa incidió en el aumento de "lacras" como la falta de conciencia social sobre la explotación de los recursos naturales y la destrucción del medioambiente, la ausencia de una fuerza sindical capaz de revertir la concentración del ingreso, el aislamiento internacional y los crecientes grados de corrupción que se observan en Chile. Luego criticó el papel que jugaron los medios de comunicación en los meses que precedieron al Golpe, en especial aquellos que asumieron una posición militante, por cuanto contribuyeron a agravar el cuadro de polarización política que experimentaba la sociedad chilena. No obstante, destacó la cultura de medios que existía por entonces.
El coloquio "Golpe 1973-2013: Historia, Cultura y Política" fue organizado por el Laboratorio Transdisciplinar en Prácticas Sociales y Subjetividad (Lapsos) y la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Chile.