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Universidad de Chile

Sonia Montecinos, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2013

La profesora que ayudó a abrir una senda en tiempos de grandes tabúes académicos

La profesora que abrió una senda en tiempos de grandes tabúes

La actual Vicedecana de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile ha desarrollado una extensa obra referida a temáticas de identidad cultural y de género, la que se expresa por medio de ensayos, investigaciones y creaciones literarias reconocidas tanto por sus pares como por la crítica especializada.

De múltiples maneras se manifiesta el prolífico trabajo intelectual y académico de la antropóloga Sonia Montecinos Aguirre, actual Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile. Pero todos sus trabajos investigativos, ensayísticos o literarios, incluso los realizados en el ámbito de las comunicaciones, parecen vertebrados por temas como la identidad cultural y de género, materias que sólo han alcanzado cierto grado de maduración en nuestro país en virtud del trabajo pionero que ella y otras profesoras han realizado desde los años '80, época en que la dictadura reforzaba los grandes tabúes consagrados por la atávica supremacía patriarcal del conservadurismo chileno.

He ahí una de las claves que explican su reciente reconocimiento con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2013: abrir un flanco a pesar del bloqueo que pesaba sobre la intelectualidad y la academia. "Desde 1993 venimos un haciendo un trabajo fuerte, sobre todo en la Universidad de Chile, y que se expresa en el Magíster en Estudios de Género y Cultura de la Facultad de Ciencias Sociales. Me parece que este Premio Nacional es también un reconocimiento a todo lo hemos hecho en conjunto con otras académicas para que los estudios de género tengan una proyección y valoración en la universidad y la academia", declaró.

Un premio que además viene a hacer justicia con una extensa trayectoria académica. La antropóloga titulada en esta Casa de Estudios (1980), quien además cuenta con un doctorado en la Universidad de Leiden (Países Bajos), se ha desempeñado como profesora asociada del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales, y como profesora titular de la Cátedra Unesco con sede en el Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la citada facultad, institución que contribuyó a crear y del que ha sido directora y subdirectora.

La profesora Montecinos dijo que nunca pensó en ganar el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2013. "Me enteré que había ganado el premio en medio de circunstancias bastante fuertes. En ese preciso momento estaba enterrando a un hermano. De verdad, yo pensaba que se lo iban a dar a otra persona, además porque los premios nacionales son muy esquivos con las mujeres, no sólo en las ciencias sociales y las humanidades, sino también en las artes y las ciencias duras. No tenía mucha esperanza", señaló.

Sus investigaciones han permitido visibilizar las problemáticas que afectan a algunos de los grupos más vulnerables de la sociedad chilena, que, a juicio de la profesora Montecinos, se ha caracterizado históricamente por sus altos grados de exclusión. Múltiples son los ensayos que identifican aquellos elementos de la cultura popular chilena que inciden en las costumbres, prácticas y usos capaces de modelar tanto la estructura social como la composición demográfica del país. Su mirada sobre las temáticas étnicas y de género no deja de poner en relieve la poderosa influencia cultural de una élite terrateniente aferrada a la endogamia y los valores tradicionales.

Particularmente valioso fue su aporte en "Madres y huachos. Alegorías del mestizaje chileno" (1991, editorial Cuarto Propio-CEDEM), "Sangres cruzadas: mujeres chilenas y mestizaje" (1993, SERNAM), "Ritos de vida y muerte: brujas y hechiceras" (1994, SERNAM).

Otro aspecto que destaca en su vasta trayectoria es su reconocido trabajo orientado al rescate del patrimonio cultural indígena y mestizo. "Modelando el barro. Celos y sueños de la alfarería" (1997), "Mitos de Chile: diccionario de seres, magias y encantos" (2003) y "Cocinas mestizas de Chile. La olla deleitosa" (2005)", "Hazañas y Grandezas de los animales chilenos. Lecturas de mitos originarios para niños, niñas y jóvenes" (2012) dan cuenta de lo robusta que ha sido su labor ensayística, compilatoria e investigativa, lo que sido reconocido a través de múltiples reconocimientos como el Premio de la Academia Chilena de la Lengua 1992 por "Madres y huachos, alegorías del mestizaje chileno"; Premio Altazor de Ensayo 2005 por "Mitos de Chile. Diccionario de seres, magias y encantos"; el Premio Círculo de Cronistas Gastronómicos 2005 y el Premio Gourmand World Cookbook Awards 2005 (categoría Mejor Libro de Historia Culinaria en Castellano de Latinoamérica) por "Cocinas mestizas de Chile. La olla deleitosa", entre tantos otros.

Su trabajo invita así a seguir reflexionando sobre una de las manifestaciones más violentas de la desigualdad social, por cuanto niega valor y resta méritos al aporte que hace un grupo humano que constituye, a lo menos, la mitad de la población.

"Cuando las mujeres logramos determinados tipo de logros, el ‘neomachismo' persiste y disminuye el valor de nuestros méritos. Ha ocurrido siempre. Lo que hay que hacer es pensar y reflexionar sobre qué ocurre con un país donde hay una mujer que fue y será presidenta, más cuando la derecha también va representada por una mujer. Parece que Chile no está preparado en términos culturales para soportar que las mujeres tengan un determinado tipo de logros", señaló Sonia Montecinos.

Su labor también se ha extendido al terreno creativo de la antropología y la literatura. En esta faceta destacan los cuentos testimoniales "Los sueños de Lucinda Nahuelhual" y "Ya me voy de este pueblo tan querido", así como su novela "La revuelta" (1988). En 2013 fue finalista del Premio Altazor 2013, en la categoría de literatura para niños y jóvenes, con "Hazañas y Grandezas de los animales chilenos. Lecturas de mitos originarios para niños, niñas y jóvenes". A ello se suma su notable trabajo en medios de comunicación y editoriales de revistas vinculadas al ámbito de la cultura, tales como la Revista Chilena de Antropología, Rocinante, Hojas de Warmi y Mazorca, y su labor como directora del Archivo Central Andrés Bello.