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Universidad de Chile

Distinción "Alejandro Silva de la Fuente"

Juan Pablo Cárdenas recibe premio de la Academia Chilena de la Lengua

Juan Pablo Cárdenas recibe premio de la Academia Chilena de la Lengua

Juan Pablo Cárdenas Squella, Premio Nacional de Periodismo y profesor del ICEI, fue distinguido por la Academia Chilena de la Lengua con un reconocimiento que se entrega anualmente al periodista que se destaque "por el buen empleo de la lengua castellana". Junto con declararse "honrado" por esta distinción, el profesor Cárdenas llamó a los profesores de la Universidad de Chile a intensificar los esfuerzos tendientes a fortalecer la labor formativa de sus estudiantes en lo que respecta al uso del idioma.

Un periodista debe entregar un contenido veraz y acucioso. Los hechos deben ser contrastados para verificar su asidero, cotejando con criterio las versiones que entrega cada fuente consultada. Entonces debe analizar todo ese flujo de antecedentes y quedarse con aquello que es pertinente de difundir y proclive a enriquecer un debate en particular. Para entregar una información correcta es indispensable estar al corriente de lo que pasa ahí afuera. De ese modo podrá interpretar, atar cabos, vincular un hecho con otros y proyectarlo en cuanto a sus implicancias presentes y consecuencias futuras. Un periodista tiene buena memoria, es desconfiado y mal pensado por esencia; nunca asumirá ni descartará nada a priori por cuanto la realidad misma le ha enseñado que el ser humano es falible por naturaleza.

Esas cosas las hace un periodista. Pero la o el buen periodista agrega otra cualidad: está consciente de que el lenguaje es la materia prima de todo proceso comunicativo. Y la lengua, como pilar fundamental de ese sistema vasto de señales y significados, será la herramienta que le ayuda a construir relatos inteligibles, lógicos, verosímiles y atractivos. El buen periodismo, sostiene el profesor y Premio Nacional de Periodismo 2005 Juan Pablo Cárdenas Squella, no sólo se advierte en virtud de su observancia a las normas de fondo, sino también por la forma en que se expresa.

"No sólo importa el contenido. Siempre debemos tener especial cuidado con el idioma. Es algo que siempre se lo he transmitido a mis estudiantes y a los periodistas jóvenes con los que he tenido la oportunidad de trabajar. La calidad de un profesional se nota en la manera en que presenta los hechos. Un buen periodista se mueve con soltura en términos gramaticales. Su sintaxis debe ser impecablemente sencilla, su razonamiento debe ser claro y su léxico debe estar a la altura de quien trabaja con las palabras. Cuando estos elementos se cumplen, su discurso será comprensible para muchas más personas. Me honra mucho que la Academia Chilena de la Lengua reconozca mi empleo de la lengua castellana, pues, en cierta medida, significa que también reconoce mi labor periodística", sostiene el periodista ganador del premio "Alejandro Silva de la Fuente".

El profesor Cárdenas reivindica una vez más el hábito de la lectura. Sostiene que el periodista debe leer de manera continua para así aprender nuevas palabras y hacer un uso correcto de la puntuación. Así es como se logra diversificar el discurso oral y escrito. Cuando el bagaje es mayor, menores serán las complicaciones de un profesional para sintetizar y simplificar aquello que parece excesivamente técnico. Hay muchos estudios que respaldan su preocupación por este tema, ya que un limitado manejo de la lengua castellana no sólo impide informar con claridad, sino que, y más grave aún, redundará en una comprensión del entorno bastante más precaria. En suma, un acervo lingüístico más robusto contribuirá a darle coherencia a su análisis. "Es fundamental que el periodista prescinda de muletillas o de lugares comunes. Quien abusa de estos recursos, seguramente no ha hecho un análisis propio de los hechos que reportea o investiga. Por eso debemos estar reforzando la relación de nuestros estudiantes con la lengua materna", agrega.

Sin embargo, el profesor Cárdenas desliza un juicio bastante crítico acerca de la manera en que muchos periodistas chilenos se relacionan con la "lengua de Cervantes". Un fenómeno que tiene perfecta correlación con el empobrecimiento lingüístico que se ha observado en la sociedad chilena en las últimas décadas. "Tenemos una distancia muy grande con los países de América Latina, tales como Perú, México, Colombia... En general el chileno maneja bastante menos palabras, y pareciera que se ha instalado una verdadera moda: la moda de hablar mal", subraya.

Y a continuación, el profesor Cárdenas critica la ausencia de políticas públicas orientadas a fomentar el hábito de la lectura: "La clase política chilena no ha hecho ninguna propuesta consistente en orden a impulsar la lectura, la buena lectura, que es la única manera conocida de ampliar los horizontes del castellano. Eso se nota en el poco interés de todos los gobiernos por bajar los costos de acceso a bienes culturales como los libros. Sabemos que no es la única clave para mejorar en este aspecto, pero sería una señal potente en ese sentido".

"Es un mal de la sociedad que viene desde su élite. No es sorpresa para nadie que nuestra élite económica es una de las más ignorantes de América Latina, precisamente porque está al borde del analfabetismo. Y como no lee, en consecuencia es bastante vulgar. Sólo sabe de comercio y nada más", concluye.