Prof. Roberto Campos

Vamos a fusionar la planificación de la ingeniería y de las comunicaciones

El Comunicador Social e ingeniero Roberto Campos se integra desde este mes al cuerpo docente del Diplomado en Comunicación y Políticas Públicas, programa que este año imparte su séptima versión.

Con una perspectiva que combina las comunicaciones con la ingeniería, el prof. Roberto Campos se integró al equipo de docentes del Diploma de Postítulo en Comunicación y Políticas Públicas -séptima versión presencial-, programa dedicado a la capacitación de profesionales para el diseño de estrategias comunicacionales vinculadas a la difusión, apoyo y evaluación de las políticas públicas.

El académico, comunicador social e ingeniero y Magíster en Educación, impartirá por primera vez el curso "Planeación Comunicacional aplicada al Desarrollo", módulo en que sintetizará su experiencia laboral en gestión de las comunicaciones en el mundo público y en la empresa privada.

El prof. Roberto Campos, que actualmente se desempeña como encargado de control del  Mitsui Trading and Service, ha realizado la labor docente en otras instituciones como la Universidad Santo Tomás y el Instituto Profesional Duoc Uc. Asimismo, durante 1995 y 2006 trabajó en la Contraloría General de la República, entidad en la que alcanzó el cargo de jefe de comunicaciones.

 

-¿Cuán significativo es para usted hacer clases en el Diplomado de Comunicación y Políticas Públicas del ICEI?

Es sumamente relevante, por un lado, por el prestigio que tiene la Universidad de Chile y el ICEI y por otro, lo pluralista que es la institución.

Es un tremendo desafío. Acá tienen Premios Nacionales, tienen destacados catedráticos y tienen una Escuela que ha hecho muchas cosas y es un referente en comunicaciones para el país.

-Según su percepción, ¿cuáles son los potenciales y los ejes fuerza del programa de este diplomado?

Ésta es la séptima versión de este diplomado dedicado a la comunicación y políticas públicas, uno de cuyos potenciales es fortalecer cómo logramos que la comunidad logre interiorizar las políticas públicas, conocer qué hacen estas políticas por ellos; responder a la pregunta de cómo concretizamos el acercamiento al acceso a ciertos beneficios, a ciertas prestaciones... En definitiva, cómo volcamos el Estado realmente a las personas que requieren de su presencia a través de la comunicación efectiva de estas políticas.

Si las personas no conocen y no se informan, no pueden ejercer sus derechos. Por lo tanto, es rol del Estado comunicar, diseñar estas políticas de comunicación para que la gente pueda participar, pueda opinar.

-Usted en paralelo a su trabajo profesional ejerce la docencia ¿cómo se conjugan ambos planos?

La academia nos da una base sustentable para poder ejercer la labor profesional, pero el ejercicio, el día a día, nos da la base para poder comparar por cuál camino de la teoría podemos llevar algo a la práctica.

Por lo anterior, trato de volcar en las clases un poco de la teoría y un poco de la experiencia. Siempre es posible mezclar las dos porque la práctica laboral se puede llevar al aula como una sistematización y, a través de los trabajos de los alumnos, a veces llevamos muy buenas ideas a la empresa.

Vengo preparado para fusionar dos mundos: traer a la planificación de las comunicaciones -que se le ve como algo un poco más etéreo- las técnicas  de la planificación de la ingeniería. Traer, por ejemplo, modelos de probabilidad de riesgos para integrarlos como prueba de diagnóstico, llevar técnicas de auditorías a las comunicaciones. Es decir, mezclar lo que se puede mezclar de ambos mundos para tener un profesional más completo.

No existe campaña comunicacional que no tenga un impacto y que no tenga un sustento en el plan de negocios de la compañía. Por lo tanto, la comunicación no es un gasto, es una inversión. Si lo vemos así todos, los planes tienen que ser presupuestados y debidamente sustentados.

-La experiencia profesional es un eje importante para los estudiantes...

Creo que hay dos temas. Uno es la formación del profesional, que es la que puede recibir cualquier persona. Otras son las competencias blandas, es decir, qué somos capaces de hacer con esa preparación. Por eso siempre a mis alumnos les digo no se preocupen tanto de lo que concretamente se llevan del aula, sino que deben preocuparse mejor de qué es lo que pueden hacer con lo que se llevan, ése es el valor agregado.

-¿Cuáles son las expectativas que usted tiene de los estudiantes del programa?

Que sistematicen todo lo que se les va a entregar porque vi el programa del diplomado y es bastante contundente. Que estén dispuestos a trabajar y a no quedarse con lo que vemos en el aula, sino que investiguen y desarrollen el conocimiento y lo pongan en práctica.

Creo además que es un gran desafío tratar de ver cómo planificamos -en conjunto- mejor la difusión comunicacional de las políticas públicas y su entrega para que el ciudadano realmente pueda tomar decisiones informado, en conciencia y pueda aprovechar lo que el Estado pone a su disposición.