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Conversatorio y exhibición de "Somos más"
Una referencia obligada de los acontecimientos ochenteros de nuestro país. Cámara en mano, desafió lo impensable y capturó con ojo de lince, las protestas populares de un Chile fracturado. Es Pablo Salas, quien nos visitará el próximo miércoles 23 de Julio a las 18:00, gracias a una invitación extendida por la carrera de Cine y TV del Instituto de la Comunicación e Imagen.
Mezcla de dos virtudes que no suelen ir de la mano: temeraria osadía y una humildad a toda prueba. Así describen cercanos y colegas a Pablo Salas, destacado camarógrafo y realizador chileno, autor de trabajos como “Hasta vencer” de 1984.
Esta mítica figura, vendrá al ICEI a conversar acerca de su experiencia detrás de las cámaras y todos están invitados a asistir. La actividad contempla además la exhibición de su corto metraje “Somos más”, realizada en colaboración con el Prof. Pedro Chaskel, que muestra una manifestación pacífica de mujeres, contra el régimen militar en 1985.
La cita es entonces el próximo jueves 23 a las 18 horas en el Auditorio 2 del edificio nuevo del ICEI (Av. Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa).
Enfrentando a la dictadura cámara en mano
Pablo Salas, era estudiante de ingeniería, cuando a comienzos de los 80 se interesó por el trabajo de cámara. Sus primeras incursiones audiovisuales fueron con Silvio Caiozzi, y luego con el ICTUS. Trabajó durante años para las televisiones italiana y alemana cubriendo las manifestaciones populares. Por su coraje para enfrentar las situaciones más arriesgadas, y por la calidad del trabajo resultante, se convirtió en algo así como el camarógrafo por antonomasia de las protestas masivas. Se hizo experto en el trabajo de edición e incursionó incluso en la realización. Se le deben en este terreno varios trabajos, entre los cuáles los más importantes son: “Hasta vencer” (1984), “Somos más” (1985), realizado este último en colaboración con Pedro Chaskel. Su valentía a toda prueba lo llevaba a desafiar las situaciones más peligrosas con el solo objeto de no perder detalle de los hechos que estaban sucediendo. Esta característica suya, más la gran solvencia técnica y profesional de su labor- cualidades disimuladas tras una poco común modestia-hacen de él, según algunos, unos de los camarógrafos claves del periodo. En alguna medida encarna los rasgos que fueron característicos de muchos de los que, en esos años, se jugaron por hacer este trabajo: una ética basada en la modestia, el desprendimiento, la fraternidad, sumados al coraje; cualidades nacidas en el enfrentamiento con una realidad brutal, sentida muchas veces como sin mañana. Extracto del libro “El cine documental chileno” de Jacqueline Muesca |
RR.PP