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Universidad de Chile

Coloquio entrega tres miradas sobre Gabriela Mistral

Coloquio entrega tres miradas sobre Gabriela Mistral

Su evolución como sujeto literario, su relación con el movimiento feminista y los conceptos de frustración y fracaso en su obra, abordaron tres expertos en un encuentro efectuado ayer.

Diferentes miradas en torno a la figura de Gabriela Mistral entregaron ayer tres expertos que participaron en el Coloquio Mistraliano, organizado por la Corporación de Graduados y Profesionales de la Universidad con motivo del 60º aniversario del otorgamiento del Nobel. En la actividad, efectuada en la Casa Central, intervinieron el Prof. Grínor Rojo, de la Facultad de Filosofía y Humanidades, junto a los profesores Raquel Olea y André Grimblatt, académicos de otros planteles de educación superior.

En su exposición, el Prof. Rojo, Director del Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Humanidades, se refirió a los conceptos de unicidad e integridad que se presentan en la persona y la obra de la Premio Nobel. Afirmó que a su juicio su figura corresponde a un sujeto unitario, “pero conflictuado, que mantiene la unidad de lo que ella es y hace a duras penas y, por lo tanto, en un estado de tensión continua”, dijo.

Añadió que debido a eso, por ejemplo, Mistral conservó a lo largo de su vida una devoción religiosa pero, al mismo tiempo, no abandonó su interés por el esoterismo, mientras que la relación que mantenía con Chile y América también fue conflictiva.

Asimismo, el Prof. Rojo señaló que Gabriela Mistral “no fue siempre idéntica a sí misma”, argumentando que hay en ella una notoria evolución, en que se distinguen tres etapas, “cada una de las cuales constituye en sí misma una totalidad compleja, contradictoria y confusa, tanto ideológica como estéticamente”.

La primera de ellas, precisó el académico, se extiende desde 1904 ó 1905, cuando Mistral colaboró en periódicos del norte chico y escribe “Los sonetos de la muerte”, hasta 1929 cuando muere su madre.

La segunda, agregó, se prolongó hasta 1943, año en que se suicida su hijo adoptivo Juan Manuel Godoy. En esta etapa conservó muchas de sus convicciones juveniles, como el progresismo social y político, su apego al catolicismo. En tanto, el Prof. Rojo señaló que en la última fase Mistral nunca volvió a ser la misma por la pérdida del ser querido y su obra se caracterizó por una cierta tendencia a la objetividad.

Por su parte, la Prof. Raquel Olea, egresada de la Casa de Bello y Doctora en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Johann Wolfgang Goethe, Alemania, se refirió a la relación de la poetisa con el feminismo. La ensayista indicó que Mistral no llegó a ser una mujer feminista propiamente tal, y que por el contrario tuvo problemas con este movimiento y, en particular, aparentemente con Amanda Labarca, una de sus principales líderes.

No obstante lo anterior, añadió, “como escritora, mujer intelectual y figura pública Gabriela Mistral no estuvo al margen de la discusión relativa a la situación de la mujer”. Según afirmó, ella no adhería tanto a la lucha por el sufragio femenino, sino más bien para lograr otras garantías tales como la igualdad en el trabajo, en el acceso a la inteligencia y al saber.

En tanto, el Prof. Grimblatt, semiólogo y Doctorado en Ciencias Humanas con mención en Semiología por la Universidad de Paris, Sorbonne, abordó a Gabriela Mistral desde la perspectiva de esta disciplina, destacando que en su obra se distinguen claramente los conceptos del fracaso y frustración.

En la ocasión estuvo presente, además, Fernando Sánchez, Presidente de la Corporación de Graduados y Profesionales de la Casa de Bello y miembros de este organismo.