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De visita en Chile
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Prensa, en el que Chile fue país anfitrión, el corresponsal argentino en Afganistán y el ex director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile hablaron sobre los relatos acordados que se configuran como una realidad, el desequilibrio existente en temas de cambio climático entre el hemisferio norte y sur y la importancia de la contrainformación.
El destacado periodista argentino Ricardo Grassi y el ex director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, Gustavo González, sostuvieron el pasado lunes 6 de mayo una charla con los estudiantes del curso “Reporteo Avanzado” impartido por la profesora Ximena Póo, donde reflexionaron y discutieron sobre el estado del periodismo y las comunicaciones en el escenario actual.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa y su enfoque en el periodismo ante la crisis ambiental, organizada por la Unesco y el Gobierno de Chile, Grassi comenzó señalando que gran parte de la información sobre el cambio climático en el planeta proviene del hemisferio norte, en el que hay menos problemas severos que enfrentar.
“En el norte del mundo hay más recursos y puede producir contenido de mucha mejor calidad. Se permiten movilizaciones como las de Greta Thunberg, que han tenido impacto y éxito comunicacional. Sin embargo, en el sur del mundo lo del cambio climático no se va a resolver porque los problemas son otros. Eso, a mi juicio, explica que la información sobre los temas ambientales en América Latina, África y Asia sea pobre y circunstancial. Las prioridades son otras, no hay trabajo, acceso a la educación ni salud. Por eso es importante que el diálogo sobre el tema se genere desde el hemisferio sur”, indicó Grassi.
En ese contexto, Gustavo González realizó un diagnóstico sobre la situación actual, en el que afirmó que la geopolítica le está ganando a los derechos humanos. “Si ustedes observan todos los intereses que están en disputa dentro del escenario mundial, pasando por el genocidio en Gaza, la guerra entre Rusia y Ucrania, la tragedia humanitaria que está viviendo África, especialmente en Sudán, uno se da cuenta que estamos un escenario de guerra fría, pese a que el debate entre socialismo y capitalismo parece superado. El mundo ha vuelto a las ocupaciones, a las disputas territoriales y de imposiciones, donde el comercio también opera como un arma política”, apuntó.
Junto a ello, González agregó que los derechos humanos están deprimidos no sólo por las tragedias humanitarias del último tiempo, sino que también por el cambio climático. “Este implica un deterioro de las condiciones de vida y de migraciones forzadas”.
Ricardo Grassi continuó la conversación afirmando que el lenguaje crea realidades y que los relatos de esas realidades se transforman en hechos que se consideran reales y verdaderos. Para ejemplificar lo anterior, el periodista hizo alusión a su experiencia en la cobertura de la guerra en Afganistán.
“Los invasores, es decir, Estados Unidos y los países de la OTAN, cada mes de diciembre de cada año se reunían en Dubai para decidir y pulir la narrativa del año siguiente, es decir, cuál va a ser nuestro mensaje para el año que viene. Y yo descubrí que era un ejercicio técnico. Llegaba el comunicador jefe de Bruselas, donde está la sede de la OTAN, con dos páginas escritas de cada lado, que contenían un concepto central para organizar la campaña comunicacional. Y la primera vez que lo vi, el concepto central era ‘esto es una guerra afgana’, explicó.
Sin embargo, el periodista añadió que aquello era una mentira, “porque no era una guerra afgana. Había habido una guerra, había vencedores y vencidos. Estados Unidos sacó del poder a los vencedores, puso a los vencidos y empezó a decidir qué se hacía en Afganistán. Pero a los seis meses, todos decían que esta es una guerra afgana, incluidos los afganos”, afirmó.
Para ello, Grassi sostuvo la importancia de mantener una mirada crítica frente a los hechos. “Sin un pensamiento crítico, se ignoran los procesos de invasión y ocupación de cada lugar, de observar su realidad cultural. El ejercicio del periodismo implica darse cuenta que hay sistemas de medios poderosos que atraviesan toda la frontera con su discurso y esa pasa a ser la realidad”.
Por su parte, Gustavo González remarcó que los intereses de controlar la información y la libertad de prensa siguen siendo los mismos de antaño, pese al avance en redes sociales. “La contrainformación, en ese sentido, aún está en discusión. Ha habido iniciativas, como la comisión contra la desinformación, pero recibió un ataque despiadado de los medios tradicionales acusándola de intromisión. Y era, simplemente y se demostró, un cuerpo técnico que logró un buen diagnóstico sobre la cantidad de información falsa que la sociedad chilena está recibiendo actualmente”.
González, de igual forma agregó que el compromiso de los Estados con el pluralismo y la libertad de expresión “también pasa con crear instancias alternativas a los medios hegemónicos. Esta es una discusión prácticamente bloqueada en Chile, porque cada vez que se plantea, se criminaliza”.
En la charla, las y los estudiantes también pudieron conocer sobre la situación de las mujeres afganas en la guerra, las condiciones del periodismo en Afganistán y la importancia del reporteo en terreno para un buen periodismo.
Ricardo Grassi fue director del diario El Descamisado hasta el golpe de Estado de 1975 en Argentina. En el exilio trabajó en Roma en la agencia Inter Press Service, llegando a ser su jefe de Redacción. También fundó SIC, Servicio de Información Cultural. El año 2002 creó con apoyo de Unesco la primera agencia de prensa independiente en Afganistán. Desde entonces distribuye su tiempo laboral entre Kabul, Roma (donde reside) y otras capitales. Es fundador asimismo de Citiplat, Plataforma Ciudadana sobre el Cambio Climático, ONG auspiciada por Unesco, que trabaja en la formación de comunicadores sobre la crisis ambiental.
María Paz Donoso, periodista Dirección de Extensión y Comunicaciones FCEI U. de Chile