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Proceso comienza este 13 de marzo
Durante el mes de marzo, las distintas señales analógicas de Televisión Nacional (TVN) a lo largo del país finalizarán sus transmisiones de forma permanente, dando paso a las frecuencias digitales. Especialistas de la Universidad de Chile plantean que esta era una acción necesaria, pero que ha tenido problemas en su implementación, particularmente en cuanto a la campaña informativa dispuesta sobre el proceso.
Este 13 de marzo, las señales analógicas de Televisión Nacional de Chile (TVN) en las regiones de Arica, Aysén, Magallanes y Tarapacá finalizaron sus transmisiones de forma permanente. El hito se produce en el marco de la implementación de la Ley 20.750 de 2014, que instauraba la televisión digital terrestre en el país y ponía un plazo a 2020 para lograr una correcta transición desde el formato analógico. Esta disposición buscaba así poner fin a la televisión analógica y se sumarse al apagón analógico realizado en países como Estados Unidos en 2009, Reino Unido en 2012, México en 2015 y, más recientemente, Costa Rica en 2023.
Sin embargo, la Subsecretaría de Telecomunicaciones tuvo que ampliar este plazo en el 2020, aludiendo a que todavía no se cumplían las condiciones para realizar el apagón, lo que se postergó a este año. Para la profesora de la Facultad de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile e Integrante de la Mesa de Ciudadanía y TV Digital, Chiara Sáez, esta acción responde a la insostenibilidad de un formato que a nivel global se encuentra obsoleto. “La televisión como tecnología está siendo desplazada por nuevos desarrollos tecnológicos, entonces esto había que terminarlo ya”, asegura la académica.
En gran medida, esto responde a las complicaciones del simulcasting o transmisión simultánea, que tenía a todas las señales analógicas y digitales compartiendo un mismo espectro desde la instauración de la ley. Por esta razón, el apagón liberará más señales dentro del espectro y aumentará la cantidad de canales disponibles. “Todas esas cuestiones son las que, de alguna manera, han presionado a que este proceso se cierre ya, porque ya se han cumplido diez años desde la promulgación de la ley, entonces ya es demasiado tiempo”, explica la profesora Sáez.
Si bien el apagón analógico es una medida necesaria y que se viene preparando por años, este proceso no ha estado exento de críticas. En los días previos al apagón y durante este, se evidenciaron distintas críticas en redes sociales por parte de televidentes que desconocían del apagón y si sus televisores estaban habilitados para recibir señal analógica. Al respecto, la productora ejecutiva del canal digital Uchile Tv, Karla Falcón, señala que esta situación responde a una deficiente campaña informativa desarrollada por la Subsecretaria de Telecomunicaciones, que pese a la realización de distintas iniciativas sigue sin lograr que una gran parte del país sepa lo que es la televisión digital.
“Nos ha pasado mucho a lo largo de los años del canal que la gente no sabe cómo verlo, no saben cómo usar la antena, no entienden muy bien qué es la televisión digital y ha sido muy complejo explicarlo (…) La verdad es que hay muchas personas que simplemente no saben porque creo que la campaña que se ha hecho no ha sido tan masiva y tan clara”, afirma Falcón.
Chiara Sáez, por su parte, es más dura sobre la campaña comunicacional en torno al apagón y advierte que sigue existiendo desconocimiento sobre la televisión digital. “Ha sido muy simplificada la manera en que se abordó el tema de la digitalización. Por ejemplo, se hablaba que si usted no compraba su televisor digital no va a poder ver el Mundial. Han sido muy pedestres las lógicas pedagógicas para hablar de esto”, observa la integrante de la Mesa de Ciudadanía y TV Digital.
Es por ello que Sáez adelanta que esta falta de información dejará a una gran parte de la población sin señal y medios para solucionarlo. “Muchas personas se van a levantar el día del apagón para prender la tele y no van a ver nada”, advierte la académica, quien también destaca que los sectores rurales son los más afectados. “Muchos de estos sectores no van a tener acceso a la TV digital, porque como son zonas aisladas las antenas no necesariamente han llegado hasta allá. Posiblemente en esa zona tampoco haya buen acceso a internet como para que le lleguen los reclamos por redes sociales al subsecretario”, añade.
En 2009, cuando se comenzó a implementar la televisión digital en Chile, se escogió la norma televisiva ISDB-Tb o norma “japonesa-brasileña”. Además de ofrecer mejoras en imagen, sonido y una mayor oferta de canales, también abría la posibilidad de transmitir datos como programación e incluso implementar un sistema de alerta ante emergencias similar al del país nipón, aplicaciones que a 15 años de escogida la norma se mantienen aún sin desarrollar. Pese a ello, a nivel técnico, la gran mayoría de televisores presentes en el mercado en los últimos 10 años están habilitados para recibir señales digitales. Para estos casos solo sería necesario instalar una antena, mientras que aquellos televisores que no dispongan de la tecnología pueden instalar un decodificador.
Es justamente el surgimiento de la televisión digital lo que permitió la aparición en 2020 de Uchile TV, canal ubicado en la frecuencia 11.2 en la Región Metropolitana, un canal universitario de vocación pública orientado a la difusión de las ciencias, las artes y la información autónoma. Así lo destaca Falcón, quien rescata el apagón como una oportunidad para generar mayor apertura a señales que nacieron siendo únicamente digitales.
“Uchile TV siempre ha sido una señal digital. Nosotros siempre hemos estado en este avance tecnológico y hemos estado esperando este apagón para que la vía principal de ver televisión sea esta y así nosotros estar a la par de los otros canales”, expresa la productora ejecutiva del canal, quien también releva el carácter público, autónomo y experimental de la señal. “Si bien apuntamos a tener publicidad para que podamos seguir creciendo, no dependemos de eso y podemos enfocarnos en que el contenido sea de calidad, distinto y educativo”, puntualiza.
Rodrigo Gallardo
Prensa U. Chile