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Las elecciones serán el próximo 7 de mayo
Nuevamente el país vuelve a votar y el escenario no es el más auspicioso. Falta de interés en el actual proceso, una propuesta marcada por la agenda de seguridad y la escasez de un proyecto país a futuro son los elementos que marcan la antesala de la elección de consejeros constitucionales, un cargo sobre el que tampoco se tiene mucha claridad.
Chile vuelve a las urnas y con voto obligatorio. Tras el triunfo de la opción Rechazo en las elecciones del 4 de septiembre pasado, los y las ciudadanos/as tendrán que elegir a los nuevos/as consejeros/as constitucionales que comenzarán a redactar una nueva propuesta de Constitución, la que deberá ser ratificada, nuevamente, en un plebiscito de salida. Es en ese contexto que se está emitiendo durante estas semanas la Franja Electoral, espacio televisivo que busca dar a conocer a los diferentes candidatos y candidatas de todos los pactos y partidos políticos que participan del proceso.
Frente a lo que ya ha sido emitido, los spots han dejado diversas impresiones. Lo que está claro es que el clima para esta elección no es el más atractivo. “Esta franja televisiva tiene un espacio mucho menos acogedor en el espacio público, porque la campaña en general no despierta interés según distintas encuestas, realizadas con diferentes metodologías. Además no ha levantado el mismo interés mediático que otras elecciones. Si vemos las noticias el tema va a la cola”, afirma la profesora Claudia Lagos, directora del Departamento de Comunicación Social de Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, FCEI.
Junto a ello, los/as expertos/as en comunicación política de la FCEI coinciden en que el espacio televisivo está lejos de proponer un proyecto país para los próximos 40 o 50 años. “Es una franja deslavada que solo se puede comprender por el triunfo del Rechazo y su adjudicación por parte de la derecha y la extrema derecha, que se expresa en los audiovisual con un discurso triunfante, vinculado completamente al presente. Aquí el futuro no existe”, afirma el profesor Claudio Salinas, coordinador académico del Magíster en Comunicación Política de la FCEI.
Junto a lo anterior, el académico explica que en la franja el pasado es un pasado inmediato, donde la revuelta social de octubre de 2019 es algo maligno. “Esto lo toma muy fuerte el Partido de la Gente y el Partido Republicano, donde ambos discursos son completamente securitarios. Es un discurso que, si no hubiera un Presidente de la República elegido, es propio de una dictadura. Entonces se queda en el presente, porque es administrar lo que suponen es el problema central, que es la seguridad, pero ésta entendida como el control del delito instantáneo, no estructural. ¿Cuál es el vínculo de lo securitario con una Constitución que implica una mirada hacia el futuro?”, añade Salinas.
Según Alejandro Lagos, investigador en comunicación política de la FCEI, el Partido de la Gente y el Partido Republicano apuntan a lo mismo, pero desde dos perspectivas. Para él, el primero apela completamente a una espectacularización de la política. “Aquí tenemos a Franco Parisi, el líder, hablando con diferentes representantes por teléfono, en una especie de equipo especial que parecieran ser agentes del FBI y que vienen a cambiar Chile, pero sin cambiar absolutamente nada, manteniendo incluso incólume la estructura neoliberal. Lo que ofrece a los sectores medios es una fantasía, en la cual ellos con fortalezas por sobre la ley, el derecho y la democracia vienen a cambiarlo todo con el poder de sus celulares, diciendo muy poco”.
Respecto a la propuesta del Partido Republicano, Alejandro Lagos agrega que su fin es restituir el orden previo a la revuelta del 18 de octubre de 2019. “Ellos tienen por objetivo plantear un desorden con imágenes de la delincuencia para luego ellos posicionarse con el re-fundar, re-ordenar, conceptos que usan con el RE de Republicano y así ofrecer un futuro prístino”.
Por otra parte, la alternativa que ofrece el oficialismo podría responder a una postura derrotista, de acuerdo con Salinas. “Es una campaña que se desinfló. Acusaron la derrota del Apruebo al identificarse completamente con su leit motiv, como si fuera también una pancarta de ellos y no fruto del movimiento social. Entonces actúan como derrotados en una campaña deslavada. Si bien en términos de contenido están las desigualdades sociales, la educación o la salud, que son los temas que debiera abordar un marco constitucional, aquí aparecen completamente deslavados, desganados y se quedan solo en lo declarativo”, sostiene Salinas.
Mientras que Alejandro Lagos complementa esto al indicar que “es un posicionamiento mediocre que casi responde a un llamado de la bandera. En la campaña del PC aparecía una candidata con varias personas tocando guitarra. Eso ya habla por sí solo. En el otro lado la alternativa son agentes del FBI llamándose por teléfono para cambiar Chile. La diferencia es bastante elocuente, y la misma mención a todos los problemas sociales y estructurales que tiene este país ya no está sirviendo porque en el imaginario social y colectivo lo que hay hoy es un interés por suturar el crimen organizado y la inmigración ilegal”.
Otro elemento que marca esta elección, además del poco interés, tiene que ver con la confusión que existe sobre el proceso. Así al menos lo ve la profesora Claudia Lagos, quien señala que la fatiga electoral, tras una seguidilla de votaciones, es una hipótesis razonable para esto. “Además viene otra para elegir autoridades locales y hay un texto que va a ser propuesto por una comisión de expertos. ¿Qué van a hacer estos candidatos y candidatas que resulten electos? ¿Cuál es el margen de enmienda de ese primer borrador? ¿Si yo voto por tal candidato o candidata, esa persona tendrá un margen de maniobra?”.
Junto a ello, la académica de la FCEI añade que los contenidos de la franja son una mixtura de temas y enfoques que no apelan directamente a una nueva Carta Magna. “Hay una difuminación. Apelan más bien a programas electorales, como si esta fuera una elección de otro tipo. No queda claro a quien está movilizando esta franja en particular, además están bajo etiquetas similares: Chile Seguro, Todo por Chile, Unidad para Chile. Los únicos distinguibles son el Partido de la Gente y el Republicano. Entonces tienes que estar muy involucrado en el proceso para comprenderlo del todo”.
Por otra parte, el profesor Salinas indica que en esta elección las personas comunes y corrientes no ven que les afecte en el día a día. “La derecha está usando eso. Porque se construyó una imagen postpandemia de que el único tema importante es la seguridad. ¿Pero estamos bien en salud y educación? Entonces el problema no es la fatiga electoral, sino que es el contexto que permite que discursos securitarios se tomen completamente la agenda”.
Incluso, el coordinador del Magíster en Comunicación Política de la FCEI afirma que en la franja de la oposición existen falacias retóricas. “Lo malo del país comienza con la asunción de Boric, pero en realidad es una falacia porque las imágenes que colocan podrían remitir a muchas protestas y se sacan conclusiones que no derivan de esa presentación. Esas falacias solo pueden tener sentido en un contexto económico y político que no enjuicia si es verdadero o falso, como el de ahora”.
Para Alejandro Lagos, sí hay una fatiga electoral que afecta el proceso. “Es de carácter estructural y responde a varias cosas. Este no es un ciclo corto, el desgaste político que viene experimentando Chile es desde el primer gobierno de Piñera y luchas por fuera de las estructuras formales de representación, que tuvo su clímax en 2019. Va a existir un alto porcentaje de anulación”, finaliza el investigador.
María Paz Donoso, Periodista Dirección de Extensión y Comunicaciones FCEI U. de Chile