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#ClavesConstituyentes
En esta nueva entrega de "Claves Constituyentes", la profesora Claudia Heiss, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, aborda los distintos aspectos que la ciudadanía debe tener presente de cara a la elección de este fin de semana, en donde además de marcar sus preferencias por quienes conformarán la Convención Constitucional deberán elegir a los integrantes.
Este fin de semana se vivirá una jornada histórica en nuestro país, ya que la ciudadanía tendrá la oportunidad de elegir no solo a los alcaldes, concejales y gobernadores del país, sino además a los 155 integrantes de la futura Convención Constitucional, organismo que de forma inédita en Chile redactará de manera democrática la nueva Carta Fundamental que reemplazará al texto de 1980.
Sin duda, el número de candidaturas que se encuentran en competencia marcan un récord: son 1.275 personas para un total de 155 cupos, que se dividen entre 138 para el conjunto de la ciudadanía, y 17 escaños reservados para los pueblos indígenas. De este universo, además, 754 son candidatos independientes y 521 son afiliados a algún partido. La elección se complejiza además porque las candidaturas están organizadas en 71 pactos, algunos a nivel nacional y otros locales, contando con 31 partidos políticos participando.
Estos cupos reservados para los pueblos originarios se distribuyen nacionalmente en nueve regiones: Antofagasta (1 escaño en el distrito 3), Atacama (1 escaño del distrito 4), Coquimbo (1 escaño del distrito 5), Valparaíso (1 escaño del distrito 7), Metropolitana (6 escaños de los distritos 8, 9, 10, 12, 13 y 14), Biobío (2 escaños de los distritos 20 y 21), La Araucanía (2 cupos de los distritos 22 y 23), Los Lagos (dos escaños de los distritos 25 y 26) y Los Ríos (1 escaño del distrito 24).
Consultada sobre el funcionamiento de estos cupos en específico, la profesora Claudia Heiss, académica del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, explicó que debido a que los parlamentarios oficialistas se negaron a que fueran cupos supernumerarios, o sea que se agregaran a los 155 nacionales, se los debió restar a distritos específicos del país.
"Por esto tenemos un sistema un poco curioso. Hay una sola lista nacional por cada pueblo originario, que se vota nacionalmente, pero cuya representación será territorial, porque después estarán relacionados con un cupo específico, y además serán con corrección por paridad de género, aprovechando que cada candidatura va en dupla con un hombre y una mujer, o sea cuando se corrige ingresa el par que corresponde", remarcó la académica.
Una de las disputas más importantes que se dio en los momentos previos al inicio del proceso constitucional fue la necesidad de que el organismo redactor fuera paritario. Sin embargo, muchas personas han expresado dudas respecto a la forma como funcionará este mecanismo.
De acuerdo a la profesora Heiss, hay que tener en cuenta que la norma explica que en los distritos no puede haber una diferencia mayor a uno en los distritos impares en beneficio de uno u otro género, de manera que en un distrito con cinco cupos, pueden ser electos dos hombres y tres mujeres, pero no cuatro hombres y una mujer.
"Cuando haya una mayor diferencia a la establecida, el integrante del género sobrerrepresentado que tenga menos votos debe cederle el cupo a la persona del otro género en la misma lista con más votos. O sea, si en un distrito salen 5 y hay 4 hombres y 1 mujer, el hombre con menos votos le cede el cupo a la mujer más votada de la misma lista", o viceversa.
La profesora Heiss afirmó que lamenta que el "arrastre" como concepto se encuentre tan desprestigiado, ya que "creo que hay sobre todo un malentendido. El arrastre es algo indispensable si queremos un sistema que sea realmente proporcional, porque si hay un candidato que recibe el 80 por ciento de los votos en un distrito con 4 cupos, y obtiene sólo un escaño, las ideas que representa y que recibieron un apoyo contundente de la ciudadanía, quedan subrepresentadas. Es por es que "arrastra" a sus compañeros de pacto, repartiéndose los votos en la lista que comparte un programa".
En este sentido, Heiss insistió en que sin arrastre no es posible que exista proporcionalidad en el sistema, y que "es importante entender que no se vota sólo por un candidato sino también por una lista, y por un programa. Cuando las personas ejerzan su derecho tienen que fijarse en eso también, no podemos reducir la política sólo a las candidaturas individuales".
Respecto a los posibles efectos de la suspensión de las campañas por la pandemia, la académica aseguró que si bien desconoce un análisis caso a caso, "lo que sí es posible ver es que la disparidad en la capacidad de financiamiento tiene un efecto claro. Quienes tenían acceso a mayores recursos han podido llegar mejor hasta el final, y es ahí, en el tramo final, donde se notó más esa diferencia, porque las candidaturas más pequeñas llegaron apenas, sobre todo con el alargue. Creo que ahí el problema de fondo es ver cómo reducir la influencia del dinero en la política y regular mejor el financiamiento de campaña".
Otra arista tiene que ver con la coincidencia entre tantas elecciones debido a los diferentes cambios en el calendario electoral. Al respecto, la profesora Heiss aseguró que "es desafortunado que hayan coincidido tantas elecciones en una jornada. También es cierto que haber tenido tres elecciones separadas en tan poco tiempo en las condiciones actuales sería algo insostenible, pero que las personas tengan que votar tantos cargos y con votos tan grandes en algunos casos, enreda las cosas".
A ello se suma la cercanía con la elección presidencial de fin año, que ha hecho que los debates se entremezclen. Esto "dificulta el debate tema a tema. Eso ha hecho, por ejemplo, que las campañas a la Convención Constitucional no se hayan centrado tanto en los temas constitucionales, sino que incorporan también otras materias que están en agenda como la crisis económica, los ingresos de emergencia, y las futuras elecciones a senadores, diputados CORE y presidenciales. Entonces, como estamos en medio de una crisis enorme, con muchos temas políticos, se hace difícil pensar una Constitución, que es un documento de largo plazo, y que incorpora normas que deben regular la vida política más allá de lo contingente".
Texto: Felipe Ramírez Prensa U. de Chile