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Quien fuera profesor y director de la Escuela de Periodismo de la U. de Chile
“La muerte de la bailarina” es el nombre del segundo libro de ficción que publica el periodista después de “Nombres de Mujer” en 2016 y es la culminación de un proyecto que llevaba largos años en sus archivos personales. La escribió durante el confinamiento de 2020 y aborda temas como la religión y el abuso sexual en el mundo rural de la década del 60.
Un pequeño pueblo ve convulsionada su vida cotidiana tras encontrar muerta a una mujer de 40 años, la bailarina del cabaret, en la pensión donde vivía. Su muerte repentina es un misterio, que provoca las conjeturas más inverosímiles entre los habitantes del villorrio. Se sospecha de la esposa celosa del latifundista que la frecuentaba en el cabaret, de un amante secreto que le habría robado sus ahorros, pero también se considera la hipótesis del suicidio por tristeza o de una venganza relacionada con su pasado misterioso, ya que había llegado al pueblo hacía solo un año, sin procedencia conocida.
Esta es la sinopsis de “La muerte de la bailarina”, novela que el profesor Gustavo González, egresado y ex director de la Escuela de Periodismo, ex director de Pregrado del ICEI y docente de numerosos cursos hasta su retiro en 2012, escribió durante todo 2020 y en pleno desarrollo de la primera ola de la pandemia del Covid-19. Sin embargo, las primeras carillas de la novela se remontan a 1998, que con el tiempo quedaron guardadas debido a la intensa actividad periodística y académica de González.
“Desde joven quise ser escritor, pero después me entusiasmó el periodismo y tuve una actividad periodística muy intensa, trabajando en muchos medios, en agencias internacionales en varios países y luego la actividad académica. Todo eso me fue absorbiendo mucho, pero siempre estaba el bichito de la literatura e incluso con varios borradores que después quedaban guardados. Este libro es uno de los tantos apuntes para cuentos y novelas que en algún momento comencé a trabajar y que luego de jubilado empecé a retomar”, relata el periodista, quien actualmente se desempeña como columnista en medios como “El Mostrador” y “El Desconcierto”.
Si bien el libro cuenta la muerte de una mujer, el igualmente autor de “Caso Spiniak: Poder, ética y operaciones mediáticas” aclara que el tema del asesinato es un misterio que recorre todo el relato. “Muchas veces uno parte con una imagen que le motiva a montar una historia y después esta imagen se desenvolviendo por si sola. Hay un juego constante en que el autor quiere controlar la historia, pero esta última finalmente lo controla a él”, agrega el ex director de la Escuela de Periodismo de la U. de Chile.
Acerca de las motivaciones para retomar este proyecto después de años, el profesor González afirma que en todo escrito también hay algo autobiográfico, aunque sea ficción. “Siempre van a estar tus vivencias y en este caso, si bien mi familia se trasladó a Santiago cuando yo tenía menos de 7 años, siempre mantuvimos un vínculo con los ambientes campesinos y familiares, especialmente con la Región del Maule. Entonces mi primera intención fue rescatar un mundo que marcó bastante mi infancia y que ha sido una preocupación constante dentro de lo que ha sido mi ejercicio periodístico”.
Su acercamiento a los temas de la mujer también se remonta hace un largo tiempo, cuando en 1978, en el exilio, trabajó en la línea de producción Servicios Especiales de la Mujer en la agencia informativa Inter Press Service (IPS), en Ecuador. “Uno de los grandes aportes de aquella agencia era una mirada un tanto contestataria del mundo vigente en ese momento y mucho trabajo en reivindicar el derecho a la comunicación, en combatir los desequilibrios informativos entre los países ricos y pobres. Uno de esos proyectos era Servicios Especiales de la Mujer, que en Chile contó con la participación de periodistas como Patricia Verdugo, María Olivia Mönckeberg -Premio Nacional de Periodismo 2009 y ex Directora del ICEI- Ana María Foxley y Odette Magnet”, agrega González.
En relación con la novela propiamente tal, el ex académico del ICEI cuenta que transcurre en un pueblo de provincia, muy afín a un medio rural que se desarrolla en la primera parte de los años 60, coincidiendo con los años finales del gobierno de Jorge Alessandri. “En torno a eso construí una comunidad que es parte de un juego constante del poder y la política, sinónimo de la decadencia de la sociedad rural conservadora, junto con la emergencia de nuevos movimientos”.
Otros ingredientes son la religión y los abusos sexuales, “que siempre me interesaron desde la perspectiva de la comunicación, del periodismo y ahora también de la literatura”, explica el autor. Sobre este último punto, sostiene que los cambios que ha experimentado la sociedad chilena inevitablemente lo sacan a flote. “En los campos era muy frecuente. Se habla del derecho a pernada y de otros factores que no solo constituían una fundación social económica, sino que también una apropiación de los cuerpos de la gente más pobre por parte de los elementos poderosos”.
Si es natural establecer una conexión entre los hechos de “La muerte de la bailarina” y los hechos que actualmente marcan la contingencia nacional, González espera que las y los lectores hagan de manera natural el vínculo entre temáticas que estaban muy presentes en los años 60 y que hoy siguen vigentes, pero con otra lectura, como “el estallido social, la capacidad de reacción de las comunidades, pero especialmente la lucha de los sectores dominantes contra los dominados y yo diría que ese es un gran elemento que podría establecer una visión crítica, pero también innovadora acerca de los temas que plantea la novela, junto al desarrollo del feminismo y las reivindicaciones de la mujer como un aspecto que en los años 60 prácticamente no existía y que hoy es una realidad muy fuerte”, afirma.
Lo anterior, añade el periodista, se complementa con el debate en torno a la nueva Constitución y una Convención Constitucional paritaria, no obstante, “aún está la duda de ver si efectivamente es paritaria desde el punto de vista de los derechos de género o la lucha por los derechos reproductivos, lo que alguna medida ayuda a que se lleve a la literatura y la ficción motive a escribir en la realidad”.
“La muerte de la bailarina” está disponible en LOM Ediciones y en las principales librerías del país.
María Paz Donoso, Periodista Unidad de Comunicaciones - Dirección de Extensión y Comunicaciones ICEI U. de Chile