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"La intimidad de Lía" será parte de la Competencia Latinoamericana de Cortometrajes de FICVIÑA
El cortometraje, dirigido por el egresado de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad de Chile, José Luis Cañas, retrata la experiencia de una mujer con discapacidad que se enfrenta a la maternidad, poniendo en tensión su independencia, su relación de pareja y con la sociedad. La obra podrá ser vista desde este lunes 8 de noviembre vía online.
El cortometraje “La intimidad de Lía”, dirigido por el egresado de la Escuela de Cine y Televisión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, José Luis Cañas, fue seleccionado para ser parte de la Competencia Latinoamericana de Cortometrajes del Festival de Cine de Viña del Mar 2020.
Esta obra cuenta la historia de Lía, una mujer de 25 años, con discapacidad, que vive junto a su pareja Pablo, y quien luego de quedar embarazada, pondrá en duda su capacidad física de ser madre, mientras que su compañero, su capacidad emocional de ser padre.
José Luis Cañas, director de la obra, conversó con la Unidad de Comunicaciones del ICEI, detallando cómo trabajó para el desarrollo de este cortometraje que fue su obra de título, inspirándose en su propia historia familiar y experiencia personal, dándole vida a una historia que busca generar conciencia sobe cómo la sociedad ve y se relaciona con personas en situación de discapacidad.
La verdad es que yo había postulado a cuatro festivales al mismo tiempo, sin mucha esperanza, así que cuando me llegó la noticia a mediados de octubre de que había quedado en este festival, fue muy sorpresivo e inesperado. De hecho, estaba hablado con mi mamá en el momento que recibí el correo con la confirmación y ella pensaba que la estaba molestando (se ríe). Estoy muy feliz en verdad, sobre todo porque cuando estaba en el proceso de creación del cortometraje y había surgido la idea de mandarlo a varios festivales, el profesor Orlando Lübbert -mi profesor guía en la obra de título- me recomendó que primero pusiera el foco en que fuera visto a nivel nacional, por lo que esta instancia, que ahora además es digital y podrá ser vista por más gente, no solo cumple con esta meta, sino que también abre un montón de puertas para el futuro.
La idea de este cortometraje surgió inspirándome principalmente en mi historia y experiencia familiar. Yo tengo discapacidad, mi padre y mi hermana tienen discapacidad, entonces estamos acostumbrados a este ambiente, donde recurrentemente hay operaciones, reposos, terapias y cuidados. Y viviendo dentro de ese ambiente hemos tenido que enfrentar muchas veces este imaginario que hay en Chile respecto a la discapacidad a partir de la Teletón, que en mi opinión ha entregado una imagen paternalista y hasta infantil hacia esta condición. Así, tras una conversación con mi hermana menor en la que salió la inquietud de qué pasaría si ella en un futuro quisiera ser mamá, me di cuenta de que esta imagen de mujer embarazada con discapacidad no era algo común en este imaginario típico que vemos en nuestro país.
Bueno, a partir de ello fue que nació la idea como una investigación familiar por la inquietud de mi hermana, para luego transformarse en un proyecto audiovisual. y en el transcurso de su desarrollo me fue quedando claro que el problema al que se enfrentan las mujeres con discapacidad que quieren ser madres no es el posible riesgo a su salud o a la del bebé, sino más bien el prejuicio social, ligado a la idea de que estas personas no son capaces de valerse por sí mismas, que necesariamente tienen que depender de un tercero y que no pueden tener responsabilidades adultas. Durante la investigación, por ejemplo, me topé con varios testimonios de mujeres que habían sido discriminadas al momento de decidir tener un hijo o hija, solo por tener discapacidad. Me encontré incluso con casos de mujeres que me contaron que incluso el mismo médico les había sugerido abortar y que ‘la gente no las iba a juzgar porque en su condición sería entendible’. Y bueno, así que también que este cortometraje también se fue transformando para mí en una crítica social, porque el concepto central no es si la protagonista tendrá o no a su bebé, sino cómo su entorno influencia ese proceso.
Creo que es importante que podamos ir reformando la imagen estereotipada y paternalista que tiene la gente de la discapacidad, que, como mencioné anteriormente, está muy ligada a la que ha transmitido por años la Teletón. Porque esta imagen, que establece que las personas con discapacidad necesariamente deben contar con alguien que los ayude a vivir, ha hecho que la gente tenga un sentimiento de solidaridad obligatoria hacia ellos, cuando en verdad no debiera es así. En este corto he querido mostrar que puede ser todo lo contario, de hecho, y que la protagonista no tiene como objetivo principal ser ayudada, sino ser independiente física y emocionalmente, ser fuerte y capaz por si sola.
Y la verdad es que esto es algo que falta mucho no solo a nivel de sociedad, sino que también en el mundo audiovisual y cinematográfico. Casi no hay representación de la discapacidad como algo común o cotidiano, mucho menos de manera íntima.
Creo que lo más importante fue aprender a trabajar con el guion como algo que podía ir cambiando con el tiempo, con el desarrollo de los personajes a nivel actoral y con el proceso de montaje. De hecho, cada semana conversábamos como equipo, y cada semana fue cambiando. La versión inicial de la historia es diametralmente opuesta a lo que podemos ver hoy en la versión final. En el rodaje, como dejo que los actores improvisen un poco las líneas, o surjan ideas a partir de ello, fue tomando un rumbo distinto que en el trabajo de montaje final tuvo su cambio definitivo, donde vimos que la idea de guion inicial no apoyaba el desarrollo de la historia y terminamos poniendo una escena que estaba a la mitad al final del corto. Y la verdad es que creo que terminamos creando una obra incluso mejor que la que habíamos pensado en un inicio.
Además de ello, junto con el profesor pudimos trabajar muy fuertemente el desarrollo de personajes, poniendo el foco en que la gente pudiera empatizar con los protagonistas, entender su historia, hacerla creíble y humana. Así pudimos crear una historia redonda, con personajes concretos, con un conflicto y una resolución concreta.
Independiente de si ganamos o no esta competencia, lo importante para mí es que la gente pueda ver este cortometraje. De hecho, lo he estado compartiendo bastante entre amigos y amigas, y todos los que puedo, porque lo que me importa es que sea visto acá en el país para luego pensar en su difusión en el extranjero mediante festivales.
“La intimidad de Lía” estará disponible para ser visto en el sitio web Festhome de FICVIÑA desde este 8 de noviembre a las 12 horas hasta el el 10 de noviembre a las 23:59. Si deseas verlo, puedes descargar aquí tu ticket virtual.
América Jiménez Peñaloza - Unidad de Comunicaciones ICEI U. de Chile