Buscador
Diego Céspedes y “La misteriosa mirada del flamenco”
El director y guionista estrenó en el evento su ópera prima, consiguiendo con ella el premio mayor de la Un Certain Regard al concursar con otras diecinueve piezas fílmicas. “La misteriosa mirada del flamenco” fue el único largometraje chileno en competencia.
Diego Céspedes tiene 29 años y hace siete egresó de nuestra Escuela de Cine y Televisión con su cortometraje El verano del león eléctrico, que lo hizo debutar en el mundo del cine con el Primer Premio de la Cinéfondation en el Festival de Cannes y el Primer Premio del Nido en el Festival de San Sebastián. Este año volvió al país galo y se llevó el premio mayor de la Un Certain Regard, segunda competencia oficial del Festival de Cannes, con su largometraje y ópera prima “La misteriosa mirada del flamenco”, representando a nuestro país en el listado de veinte participantes.
En la ceremonia, Diego Céspedes se dirigió a la audiencia con palabras de agradecimiento y orgullo al recibir el galardón: “Vengo de una población en Chile, uno de esos barrios de clase trabajadora donde no se espera que personas como nosotros triunfen. Pero lo hicimos y no solos. Vinimos con todas las locas de abajo; las no invitadas; las ruidosas; las grandes; las que se tropiezan fuerte, se tambalean, pero siguen adelante. Este premio no celebra la perfección, celebra la fiera terquedad de existir tal como somos, incluso cuando incomoda a los demás. Y esa terquedad no empezó conmigo, empezó con las locas furiosas que solo querían amar como todos los demás”.
El cineasta chileno presenta en este filme la historia de Lidia (12) y su hermano Alexo (28), con quien tiene una relación tierna y maternal y al que busca proteger de los mitos homofóbicos y el temor ignorante de mirar a los ojos a quienes portan una desconocida enfermedad, confrontando a los demás habitantes del desértico pueblo minero donde viven. Céspedes comenzó a trazar las primeras líneas de este relato hace seis años: “Estrenar un largo ahora es como una consolidación de mi trabajo o, más que una consolidación, es una muy buena partida para decir ‘esto es lo que hago’". La desconocida enfermedad que da vida a esta historia alude directamente a lo que en Chile ha ocurrido con el VIH/SIDA.
La inspiración detrás de este conmovedor relato estuvo en la mente del director desde su infancia: “Cuando era chico, mis papás tenían una peluquería en Peñalolén que era atendida por maricas y por transformistas. Justo ese tiempo era "la época del SIDA", y todos ellos murieron por SIDA. Yo no los alcancé a conocer, pero mis papás tenían una visión muy crítica y de mucho miedo, incluso con mucha ignorancia. Entonces, para mí desde chico la palabra SIDA era algo terrible. Creo que de ahí viene la idea de contarlo desde el punto de vista de una niña que va descubriendo de qué se trata la enfermedad, pero de una manera también mucho más emocional”.
El largometraje ganador de la competencia llegó al certamen con un amplio recorrido previo a su estreno, habiendo participado en instancias como la Residencia de Cannes, el Torino Film Lab -donde ganó el premio de coproducción, uno de los principales del evento-, Venecia, y el Mercado de Coproducción del Festival de San Sebastián. “Sabíamos desde hace mucho tiempo que esta categoría era lo máximo en que podíamos estrenar dentro del circuito de festivales. Entonces, es un logro increíble para mí como director y también para el elenco, que creo que es una de las cosas que destaca la película. Estoy muy feliz de que las chicas puedan visibilizarse. Tiene un elenco brutal. Solo dos personajes son conocidos, el resto es un cast completamente nuevo. Entonces, eso tiene un valor increíble para mí. No necesitamos repetir de nuevo a los mismos actores de siempre para contar nuevas historias”, afirmó Céspedes.
Finalmente, el director y guionista de La misteriosa mirada del flamenco quiso instar a quienes hoy estudian en las mismas aulas que lo formaron a trabajar con fuerza en el oficio: “Piensen que el mundo audiovisual no es tan grande y que el talento requiere mucho esfuerzo, sobre todo en un medio tan pequeño. Hagan cine. El cine hoy no está molestando a las instituciones, y si quieren que molesten a las instituciones, háganlo. No dejen de hacerlo. El cine no es institucional. No depende de si un profe realiza o no la clase. Sigan haciendo cine, buscando espacio, buscando lugares, buscando historias que contar”.
Desde la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile felicitamos a Diego y a todo el equipo detrás de esta producción con un fuerte sentimiento de orgullo por representar este año al cine chileno y triunfar en los grandes circuitos.
Gabriela Acuña Becerra, periodista DEXCOM FCEI