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Alicia Scherson, nueva directora de Uchile TV
La académica del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) asumió a partir de este mes la dirección de la señal abierta de televisión, que comenzó sus transmisiones el 30 de diciembre de 2020. Cineasta y bióloga, asegura que la Universidad de Chile está “comandada a ser pionera” en las formas de entregar contenido “realmente de vocación pública”.
“Nunca he creído mucho en las divisiones entre formatos o géneros, ni siquiera entre disciplinas”, comienza diciendo la profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) y nueva directora de Uchile TV, Alicia Scherson. Y basta una mirada a su trayectoria para creer en esa afirmación: ha sido directora, guionista y productora de cine de ficción; bióloga y docente universitaria en facultades de Arte y Arquitectura. “Me siento cómoda en esos lugares de transición, donde podemos mezclar un imaginario y la experiencia que uno trae de un lugar hacia otro”, agrega.
Su nuevo desafío consiste en tomar el timón de la señal de la Universidad de Chile, que comenzó su marcha blanca el 30 de diciembre de 2020, poniéndole fin así a 27 años de ausencia de la parrilla programática. En este primer tiempo, el canal consolidó una oferta de contenidos que abordaba la salud en medio de la pandemia —“Con ojo clínico”—, la reflexión con respecto al proceso constituyente —“Palabra Ciudadana”—, y conferencias lúdicas y breves realizadas por docentes sobre temas tan diversos como astronomía, patrimonio y ciencias —“Nanocharlas”—. A dichos programas se sumaron espacios para las bellas artes —“Primera fila” e “In Crescendo”— y gracias a un convenio con la Convención Constitucional, todas las sesiones han sido transmitidas a través de UChileTV.
Luego de cerrar su primer año con casi 1.500 horas de contenido transmitido a través de una señal de televisión digital abierta —“a la que se puede acceder desde cualquier televisor con la ayuda de una antena digital”, acota Scherson—, el canal está entrando en una nueva etapa de consolidación de la parrilla programática y de encarnar una misión particular: “El canal puede ser un referente de cómo construir televisión pública de verdad”, dice.
Yo partí estudiando Biología, después estudié varias otras cosas y finalmente terminé haciendo cine. El uso del tiempo, la narración y la visualidad son los elementos clave en el cine y en la televisión, y todo se alimenta de la curiosidad. Ese es el gran motor del arte, de la ciencia, de las comunicaciones… los espacios se nutren bien cuando uno mezcla. Además, yo no voy a estar sola ahí: tengo un equipo de periodistas y de realizadores audiovisuales con los que vamos a ir cruzando nuestras distintas formaciones y hay gente con mucha más experiencia en TV que yo.
Claro, porque yo no solo quiero traer lo que yo sé del cine ficción, que es lo que más he hecho, sino también incluso mi pasado de bióloga, para tratar de armar programas científicos. Me gustaría hacer un puente entre las distintas facultades y saberes de la Universidad, desde la creación audiovisual. Siento que en ese sentido puedo aportar a ser un agente articulador.
Creo que esos tres conceptos están muy conectados y de alguna manera se incluyen los unos a otros. Recuperar un canal público que signifique, sobre todo, una autonomía editorial con respecto a los modos de financiamiento —no depender del rating ni de los auspiciadores, ni que la empresa privada no nos pautee nuestra línea editorial— es una libertad grandísima que no la tienen los canales en estos momentos, ni siquiera en la televisión pública. En ese sentido, el canal puede ser un referente de cómo construir una televisión pública de verdad. La U. de Chile es la que está comandada a ser pionera en ese sentido y me parece muy interesante que haya recuperado ese lugar. Esa misma libertad es la que te permite ser experimental, que no quiere decir difícil, hermético o poco popular: quiere decir que da la posibilidad a explorar, que no está obligado a repetir fórmulas y que puede buscar modos nuevos y diferentes de decir las cosas, de llegar al público. Que no se entienda experimental como algo hermético o elitista, sino todo lo contrario: desde el profundo respeto a las audiencias, ser capaces de buscar nuevas maneras de contar las cosas.
El año de lanzamiento del canal coincidió con la pandemia, por lo tanto se ha mantenido en una suerte de marcha blanca. Aun así, el equipo anterior logró hacer programas muy interesantes de difusión de salud y de discusión de la contingencia política, que eran los dos temas más importantes en un momento post estallido y post pandemia. A pesar de todas las dificultades de producir en pandemia un canal nuevo, lograron salir al aire con estos dos ejes principales y se afianzó un equipo de trabajo con preocupación por el acontecer nacional. De ahora en adelante, vamos a estar en el proceso de salir de esta marcha blanca pandémica y crecer a una mayor calidad audiovisual y mayor diversidad de contenido.
Lo primero es consolidar una parrilla de programación más diversa y más ambiciosa, también llegar con la señal a los cableoperadores y desarrollar programas —tanto en las áreas de cultura como ciencia— que sean novedosos, interdisciplinarios y entretenidos, para ponernos a la vanguardia de un tipo de televisión realmente de vocación pública, que es algo que todavía no existe.
Justamente en estos escenarios de fragmentación, de nicho y de tantas fuentes de información, lo que más hace falta es una curatoría, en el sentido de un equipo de personas que pueda seleccionar y reunir contenido en el que la gente tenga confianza. La U. de Chile como institución aún mantiene mucha confianza de la ciudadanía. Cuando la gente recibe informaciones contradictorias en las redes, tener un respaldo de una institución como la Universidad —sabiendo que no hay una dependencia editorial de avisadores con intereses privados— puede dar una especie de sello de confianza, que logre que el público pueda decir "esto lo vi en el canal de la Chile, por lo tanto no es fake news ni es algo intencionado para vender un producto o para callarnos". Creo que hay que cuidar ese espacio de lo público en los medios de comunicación y justamente la Universidad de Chile está llamada a cumplir ese rol.
El canal se plantea como un espacio donde confluyen todas las facultades y todas las unidades de la Universidad. La nueva Facultad de Comunicación e Imagen va a tener un lugar primordial porque es la más cercana al quehacer directo del canal —tenemos varios egresados, alumnos en práctica, y hay una relación muy fluida que lo va a ser aún más—, pero además todas las facultades que tengan interés de difusión científica, artística, de las humanidades, las letras y otros saberes, van a poder contar con el canal no solamente como una vía de difusión, sino como un aliado para crear en conjunto contenidos interesantes que permitan que estos saberes lleguen al público. ¡La gente a veces no sabe las cosas increíbles que se hacen en la U!
Tenemos una radio con una larga tradición y con su director, Patricio López, compartimos el interés de tener una línea editorial común y sobre todo apoyarnos en el área de prensa, que es donde ellos son más fuertes. Tenemos muchos proyectos de colaboración para potenciarnos mutuamente con programas que ellos ya tienen o que nosotros estamos desarrollando y que puedan tener una salida radial y una televisiva. También a mediano plazo, está la meta de crear una única plataforma multimedial en la que estos dos medios y también los escritos puedan confluir, pero lo primero es desarrollar el canal, empezar la colaboración y en un año más tener este paraguas completo de los medios de la U.
A mi me nombró el Rector Vivaldi al final de su periodo, y justo coincide mi nombramiento con la elección de la nueva rectora Rosa Devés. Para mí es muy emocionante saber que voy a empezar a trabajar y a desarrollar este canal desde la dirección con ella como rectora. ¡Por fin hay una rectora mujer! Es verdad que en las direcciones de canal —y en los cargos directivos en general— han sido muy pocas las mujeres, y en ese sentido veo muy positivamente que la Universidad nuevamente esté liderando una tendencia que ya es imparable y que tiene que conducir a una paridad completa en todas las áreas de la vida, no solo en los cargos directivos.
Consuelo Ferrer / Fotografías: Felipe PoGa