Ir al contenido
Universidad de Chile

Publicación de la profesora del ICEI Pascale Bonnefoy

Se lanzó segunda edición del libro Terrorismo de Estadio

Se lanzó segunda edición del libro Terrorismo de Estadio

María Olivia Mönckeberg, directora del Instituto de la Comunicación e Imagen, ICEI, de la Universidad de Chile, y el juez Juan Guzmán Tapia, quien procesó a Augusto Pinochet Ugarte, presentaron el texto en el Auditorio del Estadio Nacional el martes 6 de septiembre. Pascale Bonnefoy logró mejorar algo que ya en la primera edición era muy bueno, afirmó la premio Nacional de Periodismo 2009.

En el Estadio Nacional, que en septiembre de 1973 se transformó en el más grande campo de concentración de Chile, se realizó el lanzamiento de una nueva edición ampliada de "Terrorismo de Estadio. Prisioneros de guerra en un campo de deporte", de la profesora Pascale Bonnefoy, académica del ICEI de la Universidad de Chile.

El libro presentado por María Olivia Mönckeberg, directora del ICEI, y Juan Guzmán Tapia, juez reconocido por su papel en la defensa de los derechos humanos y por haber sido el primero en procesar al dictador Augusto Pinochet Ugarte.

Para la directora del ICEI, este texto es un profundo trabajo de investigación periodística "que crea ambiente, da perfiles de los protagonistas y logra que el lector se encariñe o tome distancia de los personajes".

Además, contó que hace 43 años, en septiembre de 1973 y en su primer trabajo profesional en la Revista Ercilla, participó de la visita de periodistas al Estadio Nacional que en ese entonces ya había sido convertido en campo de prisioneros: "Me toca esta misión y hasta ese momento no había tenido una impresión tan grande en ningún trabajo como reportera. Nos traen hasta la entrada del estadio y estaba todo rodeado de gente afuera intentando saber de sus familiares. Luego, nos hacen pasar a la cancha. Yo habitualmente venía al estadio porque mi padre era dirigente deportivo, pero me impactó brutalmente ir pasando las puertas hacia la cancha y ahí pude apreciar a los militares en el pasto y todas las tribunas llenas de gente presa. Todo eso no pudo ser plasmado en prensa. Tuvieron que pasar más de cuatro décadas para que pudiéramos tener un relato veraz de lo que ocurría ", señaló María Olivia sobre el libro de Pascale.

La Premio Nacional de Periodismo del año 2009 subrayó el hecho de que Pascale Bonnefoy nunca dejó de estar pendiente de esta investigación, lo que le permitió publicar esta segunda edición: "Si uno quiere realmente desempeñar ese papel que la sociedad nos ha asignado, que es estar al servicio del bien común, de buscar verdad y de contribuir a que se haga justicia, uno no puede abandonar sus investigaciones. En ese sentido, la autora empujó a que se dieran ciertas pautas y entrevistas, y logró mejorar algo que ya en la primera edición era muy bueno", señaló. 

La antesala del infierno

Juan Guzmán Tapia comentó que la autora explica cómo se fue implementando y llenando de presos políticos al Estadio Nacional: "La saga de los prisioneros dentro del Estadio Nacional se iniciaba mediante una recepción por un comité de bienvenida. La autora señala que casi todos debieron pasar por dicho comité, un callejón oscuro compuesto de dos filas paralelas de unos 15 o 20 militares o policías, mientras una lluvia de culatazos, patadas, golpes e insultos les llegaba. A algunos se los hacía correr mientras se les enterraban el yatagán del fusil en los glúteos u otras partes de su cuerpo. Ese comité era la antesala del infierno, engalanada de gritos lúgubres, carcajadas y distintas formas de sadismo", indicó.

"Como ministro de fuero me correspondió investigar los sucesos referidos en este libro, dentro de los procesos dirigidos contra el general Pinochet. Así fui conociendo cómo se desarrollaban los interrogatorios y la tortura. Pascale Bonnefoy como periodista y yo como magistrado, en distintos campos y momentos, interrogamos a numerosas personas que nos narraron lo indecible, guiándonos por húmedos corredores, camarines, duchas y otras dependencias utilizadas como dormitorios colectivos sin lechos, donde apenas tenían una frazada y a veces nada, donde los presos tenían que hacer ‘cucharita’, lo que hacía reír a los victimarios", dijo.

Motivaciones y germinación del aparato represivo

La autora del libro aseveró que su motivación inicial para realizar el libro fue develar la falta de investigaciones sobre cómo se organizó militarmente el Estadio Nacional. "Esto empezó a operar inmediatamente después de concretado el golpe militar. Los militares no andaban la mañana del 11 de septiembre buscando un lugar donde meter decenas de miles de prisioneros, entonces hubo una planificación", afirmó.

"El Estadio Nacional y otros centros a lo largo del país, en esas primeras semanas del golpe militar, fueron los lugares donde germinó el aparato represivo con la Dina y la División de Inteligencia del Ejército. También fue donde se amasó el primer cuerpo de información sobre detenidos políticos", sentenció Bonnefoy.