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Universidad de Chile

Profesor Jean Mouchon realizó exposición en el ICEI

El riesgo testimonial de los movimientos sociales

El riesgo testimonial de los movimientos sociales

El experto francés en Comunicación y Política, uno de los principales invitados a la VIª versión de la Escuela Chile Francia, Cátedra Michel Foucault, visitó el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, ICEI. Expuso su análisis acerca de la crisis de representatividad que padece el sistema político, el enjuiciamiento global a los medios de comunicación y los desafíos que se abren en el horizonte para los movimientos sociales surgidos alrededor del mundo.

Un sentimiento de indignación recorre el mundo entero. Y si bien los motivos pueden ser distintos en Europa, Norteamérica, los países árabes o Chile, la razón que subyace es muy similar en uno y otro lugar: más y mejor democracia, entendida ésta como un sistema político de representación que cautele los intereses de las grandes mayorías.

Más democracia ahí donde las dictaduras se han constituido en sempiternas satrapías, surgidas siempre al alero de Occidente; más y mejor democracia ahí donde se observa un sostenido debilitamiento de sus instituciones a causa del desmedido poder alcanzado por grandes corporaciones. Las mismas corporaciones que, recordó Jean Mouchon, aportan ingentes sumas de dinero a las "estructuras tradicionales de compromiso", tales como partidos políticos y sindicatos.

Así está el mundo: cruzando por un trance de desilusión que tiene a la ciudadanía enjuiciando no ya sólo la calidad democrática de sus respectivos países, sino que también a los partidos y los medios de comunicación por su relación con las estrategias hegemónicas de las élites globales. El apoyo que con toda impudicia brindó cierta prensa conservadora a la Guerra de Irak es un ejemplo vivo de aquello, dijo Mouchon. Recordó que se presentó esa invasión como un esfuerzo tendiente a liberar al mundo de una tiranía vinculada al terrorismo islamista y dispuesta a usar armas de destrucción masiva, en circunstancias de que, a la luz de los hechos, se trató de una intervención militar que apuntaba a despojar a ese país de su renta petrolera y afianzar el peso geopolítico de EE.UU. en la región.

"Todos vimos lo que pasó con la Guerra de Irak. Aun cuando todos sabíamos que Saddam Hussein no tenía armas de destrucción masiva, salvo algunos restos obsoletos de armas entregadas en los '80 por el propio Estados Unidos, el gobierno de Bush fue contra la comunidad y el derecho internacional. Ya en ese momento la credibilidad de los gobiernos y los políticos estaban en crisis, pero lo que hizo esa guerra fue desmoronar lo último que le quedaba de credibilidad. Y esto fue con el apoyo de medios como FOX News, propiedad de Rupert Murdoch", sostuvo Jean Mouchon.

Un segundo ejemplo -que revela también un compromiso ideológico- tiene que ver con la instalación de una falacia que apunta a negar la verdadera responsabilidad de la banca en la última debacle financiera, culpando de ella a los gastos excesivos en que habría incurrido el modelo europeo de bienestar social. Una crisis que hoy gatilla una crisis sin parangón en la historia europea de la Postguerra.

Este elemento, donde se advierte esa fuerte vinculación entre política y medios de comunicación, fue precisamente tema central en la última campaña presidencial francesa: el severo deterioro económico que experimenta Europa, y que tiene a España con tasas históricas de desocupación y a Grecia con un pie afuera del Euro. "Ahí se confrontaron las dos visiones; una, que culpa al estado de bienestar, y la otra que atribuye esta crisis a los excesos de la banca en un periodo de mucha desregulación. Obviamente que los medios más afines al gobierno de Sarkozy daban más publicidad a la primera, aún cuando todos sabíamos que esos economistas con tribuna prestaban servicios a las corporaciones y a la banca", agregó.

"Es tiempo de mucha desilusión. Desilusión por el funcionamiento de una democracia que no atiende el clamor de las mayorías y que sufre un descrédito tremendo por la poca independencia de los partidos políticos. La vinculación de la administración Sarkozy con la empresa L'Oréal fue un ejemplo de eso en Francia, donde el tema ha derivado en un escándalo. En España, en Estados Unidos, en todas partes se da esta sensación de que la política va mucho más lento que la ciudadanía, y surge esa sensación de que los partidos no los representan y que sus estructuras están obsoletas", dijo el experto en Comunicación y Política.

El espacio que abre internet

¿Internet constituye un canal nuevo de comunicación capaz de sustituir a los medios tradicionales, tan desprestigiados como los políticos por sus implicaciones en escándalos de toda índole? Mouchon cree que sí, pero con algunas consideraciones.

"En el Reino Unido tenemos el escándalo de News of the World, de Rupert Murdoch, por las escuchas telefónicas ilegales, lo que ha salpicado al ex encargado de comunicaciones del gobierno de David Cameron, Andy Coulson, quien ha sido requerido por la justicia. Internet es una alternativa frente a estos medios dependientes del poder económico, nos torna a todos iguales en la generación y recepción de contenidos, pero hay que tener cuidado porque corremos riesgo de vernos el ombligo, ya que la información que surja puede terminar circulando entre los integrantes de una misma comunidad virtual. No creo que esa sea la única manera de abrir un frente amplio por más y mejor democracia", señaló el doctor en lingüística francés.

"La política se da en las calles y en el espacio virtual, y ahí se clama por una mayor horizontalidad que choca con el orden vertical o piramidal tan propio del sistema político de representación. Existe ese rechazo a los líderes espirituales de un movimiento, como ocurrió en la última elección francesa, donde la derecha exaltó la figura del líder, Nicolás Sarkozy. A eso sumemos vuelcos en destacados personajes de la izquierda, lo que se nota bastante en el divorcio que se observa entre el discurso y la acción. Es increíble que las grandes transformaciones hayan sido bloqueadas este último tiempo por muchos de los líderes que fueron protagonistas en las revueltas de Mayo del ‘68", recordó Mouchon.

Asimismo, Mouchon se declaró preocupado por esta carencia orgánica de los nuevos movimientos sociales, lo que, a su juicio, amenaza con darles un carácter meramente testimonial: "Son muy potentes para instalar la indignación por una creciente desigualdad social, pero no logran conseguir resultados concretos ya que se niegan a operar donde precisamente se consiguen esas transformaciones, que son las instituciones. Sin ir más lejos, tuvimos en España un alto grado de abstención y mucho voto protesta, mucha movilización de los indignados, y eso al final posibilitó el triunfo de la derecha con Mariano Rajoy".

También es de preocupar, dijo Mouchon, la emergencia de movimientos o partidos políticos de extrema derecha que apuntan sus dardos hacia los inmigrantes, situación que, de manera muy preocupante, parece remitirnos a la Europa de la entreguerras, periodo en que germinó la peor conflagración que recuerde la historia. "Este no es un momento de cuestiones superficiales. Hay cosas de fondo, y en esos análisis reflotan cuestionamientos de fondo al orden establecido. Algunos descargan su frustración contra los inmigrantes, y eso ha permitido el ascenso de gobiernos de ultraderecha especialmente en el norte de Europa", concluyó.