En inauguración del año académico

Directora del ICEI pide esfuerzo adicional para convertir Instituto en Facultad

"Nosotros somos una Facultad, nos sentimos Facultad", dijo la Premio Nacional de Periodismo 2009, María Olivia Mönckeberg Pardo. En la ceremonia, alumnos y directores de las carreras de Periodismo y Cine y Televisión pudieron conversar con el escritor, guionista y cineasta Alberto Fuguet.

Las palabras de la profesora Mönckeberg implican un proyecto que interpreta a los diversos estamentos del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (ICEI), orientado a convertir en un futuro próximo esta unidad académica en la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.

En el acto, que se llevó a efecto en el auditorio José Carrasco Tapia, los directores de las carreras de Periodismo y Cine y Televisión, Ximena Póo y Carlos Flores, respectivamente, sostuvieron una franca y animada conversación con el periodista, escritor y cineasta Alberto Fuguet, ex alumno de esta casa de estudios.

Luego de invitar a los profesores a realizar una "docencia motivadora" e instar a los alumnos a ser "partícipes y protagonistas" interesados en "generar debates e inquietudes", María Olivia Mönckeberg Pardo aseguró que "todos estamos llenos de ganas y anhelos" después de un 2011 que dio cuenta del vivo interés de los estudiantes por participar en la construcción de una sociedad más democrática y justa. "Debemos crecer, trabajar más, hacer más investigación, para así convertirnos en lo que todos queremos: una Facultad".

"Le pido a los alumnos a que nos ayuden en esta tarea para dejar de dar explicaciones a quienes nos preguntan ‘¿Por qué se llaman Instituto?'. Nosotros somos una Facultad, nos sentimos Facultad, sólo que necesitamos que nos ratifiquen esa condición", agregó la Directora del ICEI.

Conversación con Alberto Fuguet

¿Sabía usted que el periodista Alberto Fuguet no quería estudiar periodismo? En efecto, Fuguet no tuvo mayores reparos en reconocer que estudiar Periodismo en la Universidad de Chile fue una opción que surgió por defecto y no por una convicción.

"En realidad, yo quería estudiar Cine, pero en esos años no se estudiaba cine pues el gobierno de la época, la dictadura en realidad, consideraba peligroso aun cuando el periodismo era más peligroso", declaró el también escritor y cineasta en el arranque de la conversación. "Era como lo más cercano al cine. Quería ser crítico de cine, ir gratis a las salas, andar con afiches; nada de ser el periodista que interpreta Mel Gibson en ‘El año que vivimos en peligro', una de las películas que más me gustan".

"Nunca esperé nada del periodismo", agregó. "Tampoco tenía ganas de ser escritor, pues creo que ser periodista es mejor que ser escritor (...) Para ser periodista hay que investigar y no sólo inventar", añadió.

Fuguet afirmó que el estudio y el ejercicio periodístico le dotaron de herramientas para migrar al arte, como fue la experiencia de realizar, casi a regañadientes, su práctica profesional en la sección policial de Las Últimas Noticias a mediados de la década del '80, lo que le permitió experimentar ciertas vivencias que, a posteriori, dieron vida a "Tinta Roja", todo un clásico de la novela negra chilena.

La experiencia de compartir con periodistas policiales de la vieja guardia, autodidactas y prácticos, se tradujo en un aprendizaje más genuino del oficio reporteril. Fueron precisamente sus antiguos compañeros de la sección policial quienes lo emplazaron a incorporar en sus crónicas aquellos detalles relativos a las emociones que experimentan quienes protagonizan un hecho de sangre, amén de algunas licencias en lo que respecta a la redacción.

"Yo escribía con pirámide invertida y bien formal hasta que de entrada mi editor me dijo: ‘¿qué estái haciendo? ‘¿Creís que la gente que te va leer estudió en Francia?'. Ahí supe que lo importante era expresar emociones, narrar... Al final me retiré porque me estaba empezando a gustar", indicó.

En un arresto de franqueza, Fuguet reveló lo que realmente lo motivó a escribir Tinta Roja: "Lo escribí para que aquellas personas que leyeran el libro no estudiaran periodismo".

El periodista titulado de la Universidad de Chile, cuya última producción cinematográfica "Música Campesina", rodada en la ciudad estadounidense de Nashville, alabada por la crítica en su reciente estreno en Buenos Aires, se declaró un ferviente partidario de la independencia investigativa sin que esto suponga una entera desvinculación del periodista con el objeto de su trabajo. "Cuando uno investiga acerca de, por ejemplo, la Iglesia, o de Karadima, lo hace porque conoce algo de ese mundo, solidariza con sus víctimas (...) Cuando se investiga es porque hay hambre, hay rabia, existe ahí un vínculo no reconocido públicamente. No hay que olvidar ese espíritu de hacer justicia, esa rabia frente a una injusticia. Es más: creo que la felicidad no ayuda mucho a crear", sostuvo.

"Siempre creo que el periodista debe dudar del poder, dudar del gobierno, los partidos, la Iglesia...a todos hay que sacarles la cresta", dijo Fuguet, quien aseguró preferir "70 pasquines a un diario que se dice objetivo".

Sin embargo, el autor de las películas "Se Arrienda" y "Velódromo" deslizó una crítica al enfoque actual del periodismo en los medios. "Parece que todavía impera esa lógica de la Guerra Fría donde sólo importa el funcionamiento del poder, como si no existiera ninguna otra cosa de interés", declaró, sin antes lanzar otra máxima: "Un periodista debe ser curioso".