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Abriendo el Festival de Verano 2012 y con tres importantes obras del repertorio universal, la Orquesta Sinfónica de Chile (OSCH), de la Universidad de Chile, celebró sus 71 años de existencia. Luego de un excelente 2011, este cuerpo estable se prepara para seguir celebrando con Chile y su gente un nuevo año. "La Orquesta Sinfónica de Chile es la mejor orquesta de su tipo en el país", manifestó con orgullo el Rector Víctor Pérez Vera, quien además expresó que esta agrupación constituye un gran ejemplo de lo que es "una Universidad Pública por excelencia".
Tocando tres obras musical y técnicamente exigentes -la "Sinfonía Fantástica" de Héctor Berlioz, la Sinfonía nº 2 de Ludwig van Beethoven y la Obertura Festival Académico de Johannes Brahms- la OSCH celebró este nuevo año reafirmando algo que no necesita confirmación: su excelencia a nivel internacional. La presentación especial de Aniversario -bajo la dirección del maestro Francisco Rettig- se realizó el día viernes 6 de enero en el Teatro Universidad de Chile.
Son 71 años que se relacionan directamente con los 170 años que comienza a celebrar la Universidad de Chile, pues como uno de sus bienes culturales más preciados, la OSCH representa de modo sublime la misión pública de esta Universidad: conmucho esfuerzo y a pesar de toda adversidad, continúa produciendo bienes públicos de excelencia para Chile.
Con emoción, el Rector Pérez Vera recordó que la Orquesta Sinfónica celebró sus 70 años recorriendo todo Chile: "Los 91 maestros y maestras que integran la Orquesta Sinfónica -y sus Directores- recorrieron más de tres mil kilómetros y llevaron la voz de la Universidad de Chile a lo largo de todo el país. Al igual que la comunidad de la Universidad de Chile, ellos estuvieron en las ciudades y pueblos diciendo 'aquí está la Universidad de Chile, la Universidad Pública por excelencia'".
El año pasado, al cumplir sus 70 años -y con el fin de hacer más confortable el Teatro U. de Chile tanto para sus artistas como para su público- la máxima autoridad académica de la U. de Chile prometió a la OSCH aire acondicionado. Recientemente este regalo se hizo realidad, y se agregó a esto mejoras en sonido e iluminación. Todo esto, gracias a una inversión cercana a los $120 millones reunidos con el apoyo de la Facultad de Economía y Negocios; de la Asociación Chilena de Seguridad y por supuesto, la propia U. de Chile.
Este año 2012, el Rector quiso proponer un nuevo regalo para la OSCH: Invertir en un nuevo tapizado para los asientos del segundo piso del Teatro. Pero a éste sumó otro muy especial: "Estamos conscientes de que la Orquesta Sinfónica de Chile -la mejor orquesta de su tipo en el país y en países a la redonda- está en un teatro que no es adecuado para sus capacidades. Si bien no está a nuestro alcance poder tener un teatro de esas características, haremos todos los esfuerzos necesarios para que los 170 años de la Universidad de Chile -que celebramos este año- encuentren a la OSCH con el mejor Piano de Chile. A eso nos comprometemos, ese es nuestro regalo".
Antes de concluir, el Rector agradeció "porque la Orquesta Sinfónica es un patrimonio de la Universidad de Chile y del país".
Además, el Premio Nacional de Artes Plásticas 2007 y ex Director del Museo de Arte Contemporáneo de la U. de Chile, Prof. Guillermo Núñez, regaló a la Orquesta Sinfónica de Chile una de las obras de su colección "Machu Picchu", inspiradas en el poema homónimo de Pablo Neruda, la cual será situada en el ingreso del Teatro Universidad de Chile.
A lo largo de su historia, este cuerpo estable de la U. de Chile -fundado el 7 de enero de 1941- ha recibido expresiones de reconocimiento nacionales e internacionales. Sólo como ejemplo se pueden citar el reciente Premio de la Música Nacional Presidente de la República; o haber sido invitada por el cantante inglés Sting a presentarse junto a él en el Festival de Viña 2011.
En la ocasión, Ernesto Ottone, Director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, se refirió al 2011 vivido por la OSCH -año en que su público creció en 300%- y también a los desafíos futuros. "Es la mejor de Chile", expresa el Director del CEAC al referirse a la OSCH.
En cuanto al año que pasó, destacó la gira nacional; así como los mejoramientos que la Universidad hizo para el público que viene, desde hace tantos años, acompañando a la Orquesta. Asimismo, recordó hitos como el concierto en la Catedral de Santiago y la participación en proyectos externos: en el Festival de Viña con Sting, en el concierto de Ennio Morricone, o en el reciente homenaje a Violeta Parra en Plaza de Armas. A esto se suman mejoras simples pero significativas, como la posibilidad que ahora tiene el público de comprar en línea sus entradas al teatro.
"Son hitos que finalmente van dando cuenta de que la Orquesta Sinfónica número uno de Chile no está enclaustrada ni en espacio ni en repertorio. Todo lo contrario: está dispuesta a buscar distintas formas de entender la música clásica y contemporánea, y se siente parte de un proyecto universitario".
Respecto a la proyección 2012, Ernesto Ottone destaca que el año 2012 comenzó con tres meses de anticipación: Se adelantó la presentación del Programa 2012 y se está haciendo todo un proyecto de difusión para audiencias jóvenes.
Tito Ureta, Profesor Emérito de la U. de Chile, es público asiduo de la OSCH desde hace "muchos años", según confiesa. Junto con destacar su enorme calidad, el académico expresa que ella "está dentro del espíritu de la Universidad de Chile". Explica que así como esta Casa de Estudios tiene centros de investigación científica, es parte de su esencia tener cuerpos artísticos como el Ballet Nacional Chileno, El Coro Sinfónico U. de Chile, la Camerata Vocal y la misma Orquesta. "Es una universidad de verdad ¡Azul azul!"
Luego de estar algunos años en España, el Gestor Cultural Enrique Subercaseaux se está reencontrando con la OSCH. A la OSCH le desea que cumpla otros 71 años. "Es muy importante para una ciudad como Santiago y para un país como Chile contar con orquestas, porque son un aporte muy valioso. La música es indispensable".
Texto: Sylvia Muñoz
Fotografías: Pablo Madariaga