Dr. Mario Luppi, infectólogo

"El 95% de los casos de este año serán de influenza AH1N1"

Aunque este año estamos mejor preparados porque conocemos la enfermedad, la influenza AH1N1 nuevamente será la protagonista durante el invierno. Por ello, las medidas de protección con vacuna para los grupos de riesgos y pautas básicas para el hogar resultan fundamentales. Así lo afirma el Dr. Mario Luppi infectólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile.

"Todo el personal de salud debe vacunarse, igualmente niños entre 2 a 6 años, embarazadas, adultos mayores enfermos, pacientes crónicos como diabéticos, cardiópatas, hipertensos, o aquellos con enfermedades respiratorias. Ellos deben vacunarse si o si. El resto de la población si así lo estima puede igualmente acceder a la inmunización, sobre todo pensando en que los virus mutan año a año. Para las personas que en 2009 padecieron de Influenza AH1N1 si pertenecen a los grupos de riesgo deben volver a ponerse la vacuna", asegura el especialista.

La recomendación a nivel mundial de los expertos es a estar alertas frente a la influenza AH1N1 más que a la influenza estacional, porque será la primera la responsable del 95% de los casos de influenza del invierno que se avecina. El Dr Luppi señala "que no se debe minimizar los riesgos de la influenza AH1N1. Todas las medidas son necesarias porque así se modera el impacto de la enfermedad. Lo más probable es que los casos clínicos sean similares, al igual que las complicaciones que se vieron durante el 2009", comenta.

La influenza AH1N1 es provocada por un virus genéticamente diferente al de la influenza estacional que se conoce y que ha circulado en los inviernos durante los últimos años. Existen tres tipos de virus de la influenza, el A, B y C. Los dos últimos son exclusivos de los humanos, pero el primero afecta tanto a animales como humanos.

Respecto de los síntomatología, la influenza humana es más violenta que la estacional, en 24 horas la persona puede caer enferma. Se debe estar atentos a la fiebre mayor a 38 grados, tos frecuente e intensa, dolor de cabeza, congestión nasal, falta de apetito, fatiga, dolor muscular severo, congestión nasal, dificultad respiratoria e incluso algunos síntomas digestivos como vómitos o diarrea.

Para evitar el contagio, se recomienda no saludar de beso ni dar la mano, no compartir alimentos, vasos ni cubiertos, mantener los lugares de uso común limpios, abrigarse, evitar cambios bruscos de temperatura y lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, pues éste es un modo sorprendentemente efectivo para prevenir todo tipo de enfermedades, incluyendo la gripe ordinaria y cepa de virus de influenza AH1N1. Además, los sanitizadores en gel a base de alcohol funcionan bien para destruir virus y bacterias.