Veterinaria: Cómo prevenir el cáncer en animales domésticos

La doctora Estefanía Flores, especialista en este tema, conversó con UChile.online sobre los cuidados que un propietario de perros o gatos debe tener con sus mascotas para evitar que desarrollen esta enfermedad. La Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile viene trabajando en oncología desde 1986.

La oncología es el estudio de la enfermedad neoplásica, que se produce por un crecimiento incontrolado de algunas células que forman un tumor de tejido anormal, en su forma, ubicación y función. Éste puede actuar sobre el organismo del individuo que lo sufre, con efectos que pueden ser relativamente benignos -locales mecánicos- o muy malignos -de compromiso generalizado-, y que constituyen el llamado cáncer.

En Medicina Veterinaria, el campo de la oncología clínica ha crecido notablemente en los últimos años. En nuestro país, ya existe la percepción clara de un aumento en el número de los casos que se están diagnosticando anualmente, "y aún cuando no se cuenta con cifras poblacionales que permitan expresar estadísticamente su importancia, cada día son más los acongojados dueños de animales domésticos que se enfrentan a tal destino", explica la Dra. Estefanía Flores, quien junto al Dr. Gino Cattaneo se ha especializado en este tema.

Incidencia de neoplasias

El "Registro de Neoplasias de Caninos y Felinos Domésticos", creado en 1986 en el Servicio de Cirugía de Animales Pequeños de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, ha permitido evidenciar, a través de diferentes estudios epidemiológicos, una creciente importancia de los casos tumorales en las atenciones quirúrgicas; alrededor del 45% en perros y el 10% en gatos.

La incidencia de las neoplasias tiende a incrementar al envejecer los individuos, debido posiblemente al deterioro que produce la edad en los mecanismos que regulan la proliferación y crecimiento celular, en células que ya han pasado por mayor número de ciclos, estando expuestas a carcinógenos por un mayor tiempo que las de animales jóvenes.

Señalas de alarmas

Las células cancerosas se pueden desarrollar a partir de cualquier tejido corporal, a cualquier edad, invadiendo localmente y pudiendo ser diseminadas al resto del organismo a través de las vías linfáticas y sanguíneas.

"Un factor clave para el éxito del tratamiento en estos casos es la detección precoz del problema, idealmente por parte del propietario del animal, quien debería ser capaz de reconocer el cáncer cuando está localizado y aún no ha invadido el organismo. No se trata de la visualización de un aumento de volumen evidente en alguna parte del cuerpo de la mascota, sino del reconocimiento de los signos tempranos de cambios potencialmente malignos, las señales de alarmas en cáncer", recuerda la Dra. Flores.

Propietarios atentos

En este sentido, la pérdida de peso sin razón aparente, aún cuando sea lenta y progresiva, amerita una investigación inmediata; la persistencia de heridas que no cicatrizan, en la piel blanca de las orejas de los gatos, en la nariz o boca, en una extremidad, puede corresponder a un cáncer de piel.

Una anomalía sanguínea es la anemia, manifestada por una progresiva palidez de mucosas y decaimiento general; síntomas tales como una diarrea que vuelve una y otra vez, vómitos que se detienen con medicamentos, pero que retornan al suspenderlos, también son avisos de que algo no anda bien.

La forma normal que se altera por la aparición de nódulos en cualquier parte del organismo, jamás debe ser mirada como un "poroto" sin importancia. No se puede esperar que aumente su tamaño hasta deformar la zona en que se ubica, cuando ya sea muy tarde para realizar una cirugía que lo cure por completo, porque o no será posible extraerlo totalmente o ya se habrá extendido a otros órganos.

Por ello, "los dueños deben estar muy atentos a la aparición de cualquiera de los signos de alarmas en caninos y felinos, para evitar que el cáncer les prive antes de tiempo de esos incondicionales y amantes compañeros", dice la Dra. Flores.

Posibilidades de tratamiento

La cirugía fue durante mucho tiempo el único tratamiento para la mayoría de los procesos tumorales, y aún hoy continúa desempeñando un papel decisivo en su tratamiento o diagnóstico. La cirugía y la radioterapia son efectivas sólo contra la enfermedad local, pero están siempre limitadas por la extensión del tumor y la proximidad de estructuras orgánicas importantes.

Por su parte, la quimioterapia sistémica tiene la posibilidad de actuar sobre el cáncer diseminado, subclínico o detectable, siendo la indicada en cánceres generalizados o de temprana diseminación. La quimioterapia y la radioterapia son parcialmente específicas, ya que destruyen también las células normales. La inmunoterapia esta aún en fase de inicios en su aplicación.

El objetivo de todo intento terapéutico es curar la enfermedad completamente, pero esto no se puede lograr en todos los casos. Muchos de ellos son sólo tratamientos destinados a dar un alivio temporal del proceso tumoral, retardando el desenlace final. En esas situaciones, el manejo terapéutico oncológico en los animales pequeños tiene como rol determinante poder brindar al paciente una calidad de vida del mejor nivel posible, cuanto tiempo se pueda.