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Conducir un vehículo no contaminante, veloz y seguro en la ciudad es un sueño inalcanzable para muchos automovilistas, pero no para los estudiantes interesados en participar en la versión 2008 de la Fórmula-i, un certamen que busca aportar iniciativas tecnológicas innovadoras al trasporte urbano. La postulación a becas para la "Categoría Eléctrica" -dirigida a la Educación Superior- finaliza el próximo viernes 25 de julio.
Fórmula-i es una competencia de diseño y construcción de prototipos de vehículos en base a fuentes de energía no contaminantes. Propicia una instancia de desarrollo de propuestas originales y posiblemente comercializables en el largo plazo. En este certamen se abren posibilidades de cooperación entre las empresas y las universidades, creándose una dinámica que es común en los países desarrollados.
Consiste en un proyecto de innovación e ingenio donde pueden participar todos los estudiantes de Educación Superior del país. Deben conformarse equipos de un máximo de cinco alumnos -debidamente acreditados y obligatoriamente asesorados por un profesor- que presenten un vehículo con diseño innovador y un sistema de propulsión que no incluya combustión interna.
De todos los proyectos presentados, un jurado compuesto por autoridades universitarias y profesionales elige seis equipos finalistas, a los cuales se les da un plazo de tres meses y financiamiento completo para construir el automóvil y correr en el Gran Premio Fórmula-i.
La proyección del concurso consiste en dar un salto hacia la madurez de la competencia, consolidándose en el plano nacional como un evento de alto nivel en materia de tecnologías de transporte, creadas por universitarios. Para estos efectos se cuenta con alianzas con planteles e instituciones. Entre estas últimas, figura el Colegio de Ingenieros de Chile, la Asociación Nacional Automotriz de Chile y el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) sección Chile.
"Formula-i tiene una mirada a futuro: cambiar la visión de la sociedad sobre la innovación en el transporte". Con estas palabras el Coordinador General Fórmula-i 2008, Felipe Moroni, comentó a UChile.online el objetivo del concurso."La idea es generar instancias para el desarrollo de ideas novedosas que pueden ser realizables si cuentan con apoyo. Además, se busca crear consciencia sobre cómo movilizarse en la ciudad con alternativas ecológicas y económicas", sostuvo.
Respecto de su historia, Moroni dijo que "la Fórmula-i partió en 2001. Se ha realizado cada año, con excepción de 2007 por un proceso de reestructuración. Durante su trayectoria han sido más de 200 las personas que la han integrado, con unos 50 vehículos Para esta versión esperamos que se construyan aproximadamente 15 modelos".
Felipe Moroni recordó, en este sentido, que el evento estudiantil "en un principio dependió del Centro de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile y del Centro de Alumnos de Ingeniería de la Universidad Católica, posteriormente lo organizó el Centro de Estudiantes de Plan Común de la Universidad de Chile y el Centro de Estudiantes de Ing. Eléctrica de la Universidad de Chile. No obstante, desde los últimos años los organizadores hemos sido todos los estudiantes interesados en participar. Además, hemos ido integrando a otros planteles como la Universidad de Santiago, con la coordinación del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos".
Las categorías son Libre o Ultraligera para todo público y, Eléctrica para estudiantes de Educación Superior de pre o postgrado. Al respecto, Moroni destacó que "en Chile la Fórmula-i es el evento estudiantil donde participan más personas. Es el único donde se premia a los mejores diseños con becas y que tiene un enfoque ecológico. Existen otras iniciativas que buscan generar innovación tecnológica, pero muchas de ellas sólo llegan al papel y otras sólo se construyen sin un proyecto acabado. Formula-i incluye todo el proceso, desde seleccionar los bocetos, hasta premiar la mejor iniciativa en concreto".
A juicio del coordinador del certamen, "los participantes al enfrentar el desafío ponen en práctica lo aprendido en clases. Aprenden a organizar su tiempo, a trabajar en equipo, a solucionar problemas, a competir sanamente y, especialmente, a comprender que llevar a cabo una buena idea puede brindar grandes satisfacciones, tanto por el producto final como por toda la experiencia adquirida en meses de trabajo".
Esto es de gran relevancia para los estudiantes de la Universidad de Chile, porque "los participantes desde sus respectivas disciplinas -ingeniería eléctrica, ingeniería mecánica y diseño- aprenden a trabajar en equipos diversos y con distintas realidades. La formación que nos da la Universidad de Chile es excelente, pero mejor aún es ponerla a prueba y demostrar en terreno de lo que somos capaces cuando trabajamos en conciencia y por un objetivo claro", concluyó Moroni.
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Texto: Carolina Montiel I.