Rector se compromete con reconstrucción en Facultad de Ciencias

La máxima autoridad del plantel afirmó que se buscará remediar las pérdidas ocasionadas por el siniestro del fin de semana a la brevedad.

Como “una pérdida invaluable” calificó el Rector Víctor Pérez los daños provocados por el incendio que la madrugada del sábado afectó dos laboratorios de la Facultad de Ciencias.

Así lo manifestó la máxima autoridad de la Corporación tras visitar el lugar del siniestro la mañana del sábado junto al Prorrector Jorge Las Heras y los vicerrectores de Asuntos Académicos y de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, profesores Iñigo Díaz y Luis Ayala, respectivamente.  

“Es una pérdida en patrimonio científico e intelectual inmensurable. Estamos consternados” dijo el Prof.  Pérez luego de inspeccionar las dependencias arrasadas por las llamas, añadiendo que se buscará remediar a la brevedad la situación.  

El fuego destruyó infraestructura, computadores, libros, documentos y equipos correspondientes al trabajo de cuatro décadas.

Para ello, el Rector comprometió los esfuerzos y recursos de la Universidad en la reconstrucción y equipamiento de las unidades arrasadas por las llamas.

Por su parte, los académicos que trabajaban en las dependencias afectadas lamentaron el hecho, que terminó con infraestructura, equipamiento y documentación correspondientes a investigaciones realizadas a lo largo de 40 años en la Casa de Bello.

“Pueden pasar unos seis meses para volver a estar operativos, si todo va bien y tenemos ayuda... Hay que respirar hondo. Pero lo relevante es que se han perdido documentos sobre experiencias únicas en el plano de la neurobiología”, dijo el Prof. Jorge Mpodozis, Doctor en Ciencias por la Universidad de Chile y senador universitario, quien compartía el Laboratorio de Neurobiología, junto al Prof. Humberto Maturana, Premio Nacional de Ciencias, y el Prof. Juan Carlos Letelier, Doctor por la State University of New York.

En tanto, Solano Henríquez, ayudante técnico del laboratorio desde 1980, afirmó: “Sólo quedó la estructura metálica del recinto, cuyos fierros incluso estaban muy torcidos. Había muchos solventes orgánicos muy inflamables que ayudaron a que fuera una catástrofe mayúscula en poco tiempo”, dijo.

Asimismo, el Decano de la Facultad, Prof. Raúl Morales, definió como “daños totales” las pérdidas ocasionadas por este siniestro que, según estiman los científicos afectados, podría tardar seis meses respecto sólo a la reconstrucción, sin considerar las pérdidas en material de investigación.

Graves daños

El incendio se declaró cerca de las 3.00 A.M. del sábado en los laboratorios de Neurobiología y de Química Orgánica y Analítica de la Facultad de Ciencias, ubicada en el campus Juan Gómez Millas.

Hasta el lugar concurrieron ocho compañías de bomberos para sofocar las llamas, que afectaron a 300 metros cuadrados de superficie construida, 80 correspondientes al Laboratorio de Química Orgánica y Analítica y 220 al Laboratorio de Neurobiología. En tanto, informes preliminares señalan que la causa del siniestro habría sido una falla eléctrica.

Producto del fuego se destruyó infraestructura, computadores, libros, documentos y equipos utilizados en una diversidad de procedimientos de laboratorio, tales como electrofisiología. Horas después de controlado el siniestro, durante la mañana, llegó a la sede académica la delegación de las máximas autoridades de la Corporación.

El Laboratorio de Neurobiología fue creado 1965 por el Prof. Maturana, quien junto al biólogo Francisco Varela llegaron a concretar la teoría de la Autopoiesis y el libro “El árbol del conocimiento”. Se trata de una barraca pintada de blanco, pero que atesoraba el aporte al país acumulado durante décadas de labor científica y trabajos actuales de 15 estudiantes de posgrado.

La otra unidad afectada fue el Laboratorio de Química Orgánica y Analítica, en que trabajan los profesores y magísteres en Ciencias Silvia Copaja, experta en química analítica, particularmente, en análisis instrumental y coordinadora de la carrera de Química Ambiental, y Héctor Bravo, especialista en química orgánica, específicamente, en síntesis y reactividad.