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Entrevista
Luego de lanzar su nueva programación, la cineasta y académica sostiene en esta entrevista publicada por El Desconcierto que el objetivo de la señal abierta de televisión universitaria es “no aferrarnos a las definiciones estándar de formatos o de programación”. Pero, aclara, "que no se entienda experimental como algo hermético o elitista, sino todo lo contrario".
El pasado 28 de noviembre el canal UCHILE TV inició una nueva etapa. El equipo que lleva trabajando desde antes del inicio de transmisiones en diciembre de 2020, lanzó una programación renovada de gran parte de sus espacios y sumó otros, con un fuerte énfasis en cine, cultura, debate, contingencia, ciencia y salud, donde la mayoría de quienes conducen son mujeres.
Fue en mayo de este año que la cineasta, bióloga y académica de las Facultades de Comunicación e Imagen, Artes y Arquitectura de la Universidad de Chile, Alicia Scherson, asumió la dirección del canal UCHILETV.
"El canal sigue estando en sus primeros pasos, pero ya nos lanzamos a hacer televisión en estudio, debate, reportajes, a programar y comentar cine”, comenta Scherson, quien tiene a su espalda una larga trayectoria como directora, guionista y productora de cine de ficción.
A seis meses de ese paso, analiza la apuesta que hace este canal, “que no está obligado a repetir fórmulas y que puede buscar modos nuevos y diferentes de decir las cosas, de llegar al público”, describe. Aunque -aclara- “que no se entienda experimental como algo hermético o elitista, sino todo lo contrario: desde el profundo respeto a las audiencias, ser capaces de buscar nuevas maneras de contar las cosas”.
Nos interesa cruzar límites, no aferrarnos a las definiciones estándar de formatos o de programación. No se necesita un canal igual a otro canal que ya exista. Cuando uno hace, por ejemplo, un ciclo de cine patrimonial, estás segmentando desde el inicio y acercando sólo a un tipo de público. Nosotros nos lanzamos a hacer un programa que combina cine de los años ‘30 con cine del 2022, presentado por cineastas de todas las generaciones. Es un experimento, pero nos tiene muy entusiasmadas.
Porque el canal en su origen, como muchas cosas de los años ‘60, fue muy vanguardista, mucho más que la TV actual, y se planteó como experimental y se lanzó al desafío de hacer conversar la universidad con toda su solemnidad y su conocimiento con el ciudadano de a pie. Ese desafío es el mismo que tenemos hoy. Entonces recoger ese pasado no solo es honrarlo, sino también utilizarlo para construir desde ese lugar.
Se acaba -digamos- la época pandémica. En estos años, el canal tenía programas por zoom y además transmitía todas las sesiones de la Convención Constituyente. Son dos cosas que se terminaron hace muy poco y que hacen no sólo al canal, sino que a Chile, entrar en otra época. El canal sigue estando en sus primeros pasos, pero ya nos lanzamos a hacer televisión en estudio, debate, reportajes, a programar y comentar cine, etc. Es decir, seguimos experimentando y ojalá no paremos nunca, pero ya jugando con juguetes nuevos, más tecnología, más recursos audiovisuales y más participación.
La universidad siempre se hace cargo de marcar un camino, sobre todo en las crisis. Tenemos toda la fe en que TVN logrará ser un verdadero canal público, y en ese proceso, las televisiones alternativas, universitarias, comunitarias, pueden aportar, ensayar modos de hacer distintos y sustentables. Con TVN en particular ya hemos tenido muy buenos acercamientos y hay voluntad incluso de colaborar en alguna producción conjunta.
Creo que esos tres conceptos están muy conectados y de alguna manera se incluyen los unos a otros. Recuperar un canal público que signifique, sobre todo, una autonomía editorial con respecto a los modos de financiamiento —no depender del rating ni de los auspiciadores, ni que la empresa privada no nos pautee nuestra línea editorial— es una libertad grandísima que no la tienen los canales en estos momentos, ni siquiera en la televisión pública. En ese sentido, el canal puede ser un referente de cómo construir una televisión pública de verdad.
El Desconcierto - Fotografías: Felipe PoGa.