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Universidad de Chile

A tablero vuelto

Auditorio Bueno-Müller retorna a las actividades presenciales con la proyección del premiado cortometraje “Bestia”

Auditorio Bueno-Müller retorna con la proyección del corto "Bestia"

La cita contó con la participación de Hugo Covarrubias, director de la obra y docente de la carrera de Cine y Televisión de FCEI, Cecilia Toro, productora general y Constanza Wette, co-directora de arte, quienes relataron detalles y entretelones de la producción del corto, proceso que tomó tres años y medio hasta su aterrizaje en los Oscar 2022.

Con numerosa asistencia la Facultad de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (FCEI) reinauguró las actividades presenciales en el auditorio Bueno-Muller con la proyección del cortometraje “Bestia”, nominado a los Premios Oscar 2022, que está inspirado en la figura de Ingrid Olderöck, ex agente de la Dirección Nacional de Inteligencia de Chile (DINA).

En la instancia participó Hugo Covarrubias, director de la obra y docente de la carrera de Cine y Televisión de la FCEI, Cecilia Toro, productora general, y Constanza Wette, co-directora de arte, quienes relataron detalles y entretelones de la producción del corto, proceso que tomó tres años y medio. El diálogo fue presentado por la jefa de carrera de Cine y Televisión, Pachi Bustos, quien sostuvo la importancia de volver a encontrarse en charlas, conversatorios y muestras, mientras que la conversación fue moderada por Nicolás Guzmán, director de Extensión y Comunicaciones de la Facultad.

La primera pregunta fue sobre la construcción del personaje principal, a la que Hugo Covarrubias indicó que tuvo libertades para que el guion se modificara hasta el final, sobre la base de que el cortometraje no es un documental. “Esa fue una premisa central de nuestro trabajo, ya que el corto se adentra en la mente de Ingrid Olderock. Eso es lo interesante y lo visualiza como un ensayo de lo que es la maldad, más allá de su figura, que desde el punto de vista de la estética se muestra como falsamente bella”.

El realizador también agregó que el hecho de que el corto no tenga diálogos refuerza su carácter universal, más allá de una historia puramente local, en un relato que va creciendo en términos de la oscuridad que encarna la protagonista. “Queríamos que el corto se entendiera en todo el mundo. La paleta de colores va oscureciéndose conforme avanza la historia. Eso también nos ayuda a potenciar lo que queremos transmitir con el relato, la desconexión final de Olderock consigo misma y con sus elementos más cercanos, como lo fue su perro. Eso es puramente ficción”.

Sobre la interrogante del por qué la animación fue el formato escogido para contar la historia, Cecilia Toro, productora general, explicó que la técnica del stop motion era ideal para dar sentido a un relato que conecta gracias a su estética. “El personaje es la representación de una marioneta, y esta es una forma de manipular a otro cuerpo, y si se hace el paralelo de la manipulación de un puppet para hacer stop motion es la triangulación perfecta, incluso macabra. La animación, entonces, cobra sentido. A veces confundimos visualidad con estética, pero aquí hay estética pura y dura”.

Para Constanza Wette, codirectora del arte, lo anterior se refuerza con el hecho de que la obra nació con una materialidad muy fuerte, de la mano de la biografía de Ingrid Olderock: “Si este mundo era de juguete, ella era una muñeca y la visualidad del corto se relaciona mucho con lo europeo, clásico, por razones biográficas, donde su padre, que fue abiertamente nazi, escapó a Chile y miró siempre con desdén a la cultura latinoamericana”, añadió.

En relación a los límites entre el documental y la ficción, Hugo Covarrubias aclaró que es una ficción basada en la realidad, en la que se acudieron a fuentes de investigación de todo tipo. “No quisimos visitar la casa de Ingrid Olderock. Pero en el corto, la casa representa su mente. Quisimos hacer una reinterpretación de su mundo interno y eso implicó meternos en un lugar inexistente, su propia mente. Es una representación para hallar la maldad en algo que no es tan fidedigno”.

La carrera a los Oscar

Respecto a la nominación a los Premios Oscar 2022, el director de “Bestia” relató que ganar el Festival Chilemonos fue el pase para la carrera del corto. “No teníamos muchos medios. Habíamos ganado en Guadalajara, en Tallin, Estonia y tuvo una muy buena recepción en el Festival de Animación Annecy, uno de los más prestigiosos del género. En ese momento se nos acerca una productora, Miyu, se ofrecieron a distribuirlo y también ese fue un gran impulso”.

Sobre la estrategia de promoción y marketing, Covarrubias señaló que el apoyo del medio fue fundamental para las relaciones públicas y el lobby asociado. “Para ser honesto, no sé si lo pasé tan bien en Los Ángeles, porque es estar en un centro de alto rendimiento de lobby. Teníamos que estar en modo pitch 24/7, dando entrevistas en inglés y español, participando en conversatorios, eventos, estar bien dispuestos a recibir preguntas. Es muy diferente a estar en otros festivales, en que puedes disfrutar más”.

Por su parte, la productora general Cecilia Toro señaló que no hubo una gran estrategia de marketing. “Todos los años llevan a los Oscar un corto muy familiar, otro muy comercial, otro muy raro y nosotros éramos los raros. Dimos una pelea súper dura, porque Bestia nunca fue un corto pensado para ganar el Oscar y solo por el boca a boca fue creciendo. Cuando una pieza es buena, corre sola, y eso fue lo que nos pasó a nosotros”, dijo cerrando una exitosa jornada para el auditorio recién reinaugurado.