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Universidad de Chile

Columna de opinión:

Chile Day y el 21 de Mayo

Columna del decano Manuel Agosin: "Chile Day y el 21 de Mayo"

El decano de la Facultad de Economía y Negocios, Manuel Agosin, plantea que el mensaje de Chile a los inversionistas extranjeros es que somos "un país dinámico" y "donde prima el estado de derecho", situación que se contrapone con lo acontecido en el marco de las manifestaciones en Valparaíso, mientras la Presidenta daba la cuenta pública anual. "Este penoso acontecimiento no hace sino opacar la visión que tienen extranjeros sobre nuestro país", señala el académico.

Tuve la oportunidad de acompañar a la comitiva de empresarios y altos funcionarios de gobierno que asistieron al Chile Day en la City de Londres el 12 y 13 de mayo. Este es un encuentro entre chilenos y potenciales inversionistas internacionales (incluidos fondos de pensiones y compañías de seguros) en el cual las autoridades chilenas proponen proyectos y explican los marcos legales y reguladores que rigen a las diversas formas de inversión extranjera. Este año estuvo presente la Presidenta de la República y muchos de sus colaboradores más cercanos.

Destacaron las rondas con potenciales inversionistas del ministro de Hacienda Rodrigo Valdés y de los superintendentes de Bancos y Valores, Eric Parrado y Carlos Pavez; y una presentación por parte del ministro Alberto Undurraga de un gran número de interesantes proyectos de infraestructura que tiene en carpeta el Ministerio de Obras Públicas para ser concesionados al sector privado. El mensaje de todos las autoridades chilenas fue que Chile es un país dinámico, “open for business”, que posee un marco institucional donde se resguardan los derechos de los inversionistas chilenos y extranjeros y donde las obligaciones para todo inversionista no dependen de su nacionalidad. En corto, un país donde prima el estado de derecho.

Ahora, es importante pasar de los dichos a los hechos. Preocupa que las concesiones de infraestructura avancen lentamente frente a las enormes necesidades que tenemos en este campo para destrabar evidentes cuellos de botella a nuestro desarrollo. Pero sobre todo, preocupa a lo que ya me he referido en este espacio recientemente: no basta afirmar que en Chile prima el estado de derecho; hay que hacerlo respetar. Y todos los actores dentro de la sociedad deben actuar dentro del marco del respeto por los derechos de los demás.

A los pocos día de finalizado el encuentro de Londres, presenciamos con gran preocupación los acontecimientos del 21 de mayo en Valparaíso durante y después de la cuenta anual de la Presidenta de la República. En lugar de ser este el acto republicano más importante del año, una movilización supuestamente pacífica convocada por la Confech, la CUT y otras organizaciones devino en saqueos, quemas de locales, e incluso la muerte de un ciudadano.

Los organizadores y sus simpatizantes dentro y fuera del Congreso deberían condenar esta violencia sin sentido y, en particular, la pérdida de una vida. El silencio es ensordecedor. También lo es luego de la violencia en que terminan las innumerables marchas de estudiantes desde hace varios años.

Este penoso acontecimiento no hace sino opacar la visión que tienen extranjeros sobre nuestro país. Aun si los medios internacionales no le dan mucha cobertura –Chile es un país pequeño que interesa poco en el concierto internacional–, las redes sociales se encargarán de hacerlo. Quedó en evidencia que el espíritu de la reunión de Londres, donde todas las autoridades presentes enfatizaron el respeto que los chilenos tenemos por las leyes y el derecho de los demás, se está desvaneciendo en una convivencia cada vez más marcada por la descalificación y la violencia. Recobremos lo mejor de Chile, que tan presente estuvo en Londres durante Chile Day.